Biblia paralela

# Moderna 1929 actualizada 2020 close Reina-Valera revisada 1909 close
1 Ya que muchos han intentado compilar un relato sobre los hechos que ocurrieron entre nosotros, HABIENDO muchos tentado á poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas,
2 según nos los transmitieron los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la Palabra, Como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron por sus ojos, y fueron ministros de la palabra;
3 a mí también me pareció bien, después de investigar todos esos hechos con exactitud desde su origen, escribírtelos por orden excelentísimo Teófilo; Me ha parecido también á mí, después de haber entendido todas las cosas desde el principio con diligencia, escribírtelas por orden, oh muy buen Teófilo,
4 para que conozcas la verdad exacta sobre las cosas en las que fuiste instruido. Para que conozcas la verdad de las cosas en las cuales has sido enseñado.
5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la familia de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón y se llamaba Elisabet. HUBO en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zachârías, de la suerte de Abías; y su mujer, de las hijas de Aarón, llamada Elisabeth.
6 Ambos eran justos delante de Dios, cumpliendo irreprochablemente todos los mandamientos y ordenanzas del Señor°. Y eran ambos justos delante de Dios, andando sin reprensión en todos los mandamientos y estatutos del Señor.
7 Y no tenían hijos, porque Elisabet era estéril; y ambos eran de edad avanzada. Y no tenían hijo, porque Elisabeth era estéril, y ambos eran avanzados en días.
8 Aconteció que, mientras él servía como sacerdote delante de Dios, en el turno de su familia, Y aconteció que ejerciendo Zachârías el sacerdocio delante de Dios por el orden de su vez,
9 conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó por sorteo entrar en el templo del Señor° para quemar incienso. Conforme á la costumbre del sacerdocio, salió en suerte á poner el incienso, entrando en el templo del Señor.
10 Toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando á la hora del incienso.
11 Y le apareció un ángel del Señor°, de pie, a la derecha del altar del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor puesto en pie á la derecha del altar del incienso.
12 Al verle, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él. Y se turbó Zachârías viéndole, y cayó temor sobre él.
13 Pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías; porque tu oración fue oída, tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Juan. Mas el ángel le dijo: Zachârías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabeth te parirá un hijo, y llamarás su nombre Juan.
14 Tendrás gozo y alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento; Y tendrás gozo y alegría, y muchos se gozarán de su nacimiento.
15 porque será grande delante del Señor°; y no beberá vino ni licor fermentado; y estará lleno del Espíritu Santo, aun desde el seno de su madre; Porque será grande delante de Dios, y no beberá vino ni sidra; y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el seno de su madre.
16 y a muchos de los hijos de Israel les hará volver al Señor° su Dios. Y á muchos de los hijos de Israel convertirá al Señor Dios de ellos.
17 Irá delante del Señor, en el espíritu y poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres hacia los hijos y de los desobedientes a la sensatez de los justos; preparando un pueblo bien dispuesto para el Señor°. Porque él irá delante de él con el espíritu y virtud de Elías, para convertir los corazones de los padres á los hijos, y los rebeldes á la prudencia de los justos, para aparejar al Señor un pueblo apercibido.
18 Dijo Zacarías al ángel: ¿Cómo conoceré esto? Porque yo soy anciano, y mi mujer es de edad avanzada. Y dijo Zachârías al ángel: ¿En qué conoceré esto? porque yo soy viejo, y mi mujer avanzada en días.
19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y darte estas buenas noticias. Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y soy enviado á hablarte, y á darte estas buenas nuevas.
20 Ahora quedarás mudo y sin poder hablar, hasta el día en que esto se cumpla; por cuanto no creíste mis palabras, las que se cumplirán a su debido tiempo. Y he aquí estarás mudo y no podrás hablar, hasta el día que esto sea hecho, por cuanto no creíste á mis palabras, las cuales se cumplirán á su tiempo.
21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de su tardanza en el santuario. Y el pueblo estaba esperando á Zachârías, y se maravillaban de que él se detuviese en el templo.
22 Pero cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había tenido una visión en el templo, pues les hacía señas, y permaneció mudo. Y saliendo, no les podía hablar: y entendieron que había visto visión en el templo: y él les hablaba por señas, y quedó mudo.
23 Cuando se cumplieron los días de su servicio, se fue a su casa. Y fué, que cumplidos los días de su oficio, se vino á su casa.
24 Después de aquellos días, su mujer Elisabet concibió, y se ocultó durante cinco meses, diciendo: Y después de aquellos días concibió su mujer Elisabeth, y se encubrió por cinco meses, diciendo:
25 Así ha hecho conmigo el Señor°, en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres. Porque el Señor me ha hecho así en los días en que miró para quitar mi afrenta entre los hombres.
26 Al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, Y al sexto mes, el ángel Gabriel fué enviado de Dios á una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
27 a una virgen comprometida con un varón llamado José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Á una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David: y el nombre de la virgen era María.
28 Entrando donde ella estaba, le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor° está contigo. Y entrando el ángel á donde estaba, dijo, ¡Salve, muy favorecida! el Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres.
29 Mas ella se turbó mucho con estas frases, y se preguntaba qué significaba este saludo. Mas ella, cuando le vió, se turbó de sus palabras, y pensaba qué salutación fuese ésta.
30 El ángel le dijo: ¡No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios! Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios.
31 He aquí que concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Y he aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.
32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor° Dios le dará el trono de su padre David; Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo: y le dará el Señor Dios el trono de David su padre:
33 y reinará sobre la casa de Jacob eternamente; y su reino no tendrá fin. Y reinará en la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin.
34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, ya que no conozco varón? Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón.
35 El ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también la santa Criatura que nacerá, será llamada Hijo de Dios. Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
36 Mira tu parienta Elisabet; ella también ha concebido un hijo en su vejez; y este es el sexto mes para la que fue llamada estéril. Y he aquí, Elisabeth tu parienta, también ella ha concebido hijo en su vejez; y éste es el sexto mes á ella que es llamada la estéril:
37 Porque para Dios ninguna cosa será imposible. Porque ninguna cosa es imposible para Dios.
38 María dijo: He aquí la sierva del Señor°; que se cumpla en mí conforme a tu palabra. Y el ángel la dejó. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase á mí conforme á tu palabra. Y el ángel partió de ella.
39 Levantándose María en esos días, fue con premura a una ciudad de Judá en una región montañosa; En aquellos días levantándose María, fué á la montaña con priesa, á una ciudad de Judá;
40 y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. Y entró en casa de Zachârías, y saludó á Elisabeth.
41 Sucedió que cuando oyó Elisabet el saludo de María, la criatura dio saltos en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, Y aconteció, que como oyó Elisabeth la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabeth fué llena del Espíritu Santo,
42 y exclamó a gran voz: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! Y exclamó á gran voz, y dijo. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.
43 ¿A qué se debe que venga a verme la madre de mi Señor? ¿Y de dónde esto á mí, que la madre de mi Señor venga á mí?
44 Porque en cuanto llegó a mis oídos la voz de tu saludo, la criatura dio saltos de alegría en mi vientre. Porque he aquí, como llegó la voz de tu salutación á mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
45 ¡Dichosa la que ha creído que se cumplirán las cosas que le fueron dichas por parte del Señor°! Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor.
46 María dijo: ¡Glorifica mi alma al Señor°; Entonces María dijo: engrandece mi alma al Señor;
47 y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador! Y mi espíritu se alegró en Dios mi Salvador,
48 Porque ha mirado el humilde estado de su sirvienta. Pues, he aquí, desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones. Porque ha mirado á la bajeza de su criada; Porque he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.
49 Porque me hizo grandes cosas el Poderoso, santo es su Nombre. Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Y santo es su nombre.
50 Su misericordia va de generación en generación para los que le temen. Y su misericordia de generación á generación Á los que le temen.
51 Hizo proezas con su brazo; a los soberbios con corazones orgullosos dispersó. Hizo valentía con su brazo: Esparció los soberbios del pensamiento de su corazón.
52 Bajó a los poderosos de sus tronos, y exaltó a los humildes. Quitó los poderosos de los tronos, Y levantó á los humildes.
53 A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos despidió con las manos vacías. Á los hambrientos hinchió de bienes; Y á los ricos envió vacíos.
54 Socorrió a Israel su siervo, acordándose de la misericordia, Recibió á Israel su siervo, Acordándose de la misericordia.
55 según habló a nuestros padres, a Abraham y a su simiente para siempre. Como habló á nuestros padres Á Abraham y á su simiente para siempre.
56 María se quedó con ella unos tres meses; y se volvió a su casa. Y se quedó María con ella como tres meses: después se volvió á su casa.
57 Le llegó a Elisabet el tiempo de dar a luz; y dio a luz un hijo. Y á Elisabeth se le cumplió el tiempo de parir, y parió un hijo.
58 Oyeron sus vecinos y sus parientes que el Señor° había mostrado gran misericordia hacia ella; y se alegraron con ella. Y oyeron los vecinos y los parientes que Dios había hecho con ella grande misericordia, y se alegraron con ella.
59 Sucedió que al día octavo fueron para circuncidar al niño, y lo llamaban con el nombre de su padre, Zacarías. Y aconteció, que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban del nombre de su padre, Zachârías.
60 Respondiendo su madre, dijo: No, sino que será llamado Juan. Y respondiendo su madre, dijo: No; sino Juan será llamado.
61 Y le dijeron: Nadie hay de tu parentela que se llame con ese nombre. Y le dijeron: ¿Por qué? nadie hay en tu parentela que se llame de este nombre.
62 Entonces preguntaron por señas a su padre, cómo quería llamarle. Y hablaron por señas á su padre, cómo le quería llamar.
63 Pidiendo una tablilla, escribió: Juan es su nombre. Y todos se asombraron. Y demandando la tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.
64 Al instante se abrió su boca, se soltó su lengua y habló bendiciendo a Dios. Y luego fué abierta su boca y su lengua, y habló bendiciendo á Dios.
65 Todos los que moraban a su alrededor sintieron temor; y por toda la región montañosa de Judea se comentaban todas estas cosas. Y fué un temor sobre todos los vecinos de ellos; y en todas las montañas de Judea fueron divulgadas todas estas cosas.
66 Y todos los que las oían las guardaban en sus corazones, diciendo: ¿Qué será, pues, este niño? Y la mano del Señor° estaba con él. Y todos los que las oían, las conservaban en su corazón, diciendo: ¿Quién será este niño? Y la mano del Señor estaba con él.
67 Su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo: Y Zachârías su padre fué lleno de Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:
68 ¡Bendito sea el Señor°, Dios de Israel! Porque visitó y redimió a su pueblo; Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y hecho redención á su pueblo,
69 y nos levantó un poderoso Salvador, en la casa de su siervo David – Y nos alzó un cuerno de salvación En la casa de David su siervo,
70 conforme a lo que dijo desde la antigüedad por sus santos profetas: Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio:
71 Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecen; Salvación de nuestros enemigos, y de mano de todos los que nos aborrecieron;
72 para ser misericordioso con nuestros padres, y recordar su santo pacto. Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordándose de su santo pacto;
73 Juramento que juró a nuestro padre Abraham, Del juramento que juró á Abraham nuestro padre, Que nos había de dar,
74 concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos, le sirvamos sin temor, Que sin temor librados de nuestros enemigos, Le serviríamos
75 en santidad y justicia, delante de él todos nuestros días. En santidad y en justicia delante de él, todos los días nuestros.
76 ¡Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo! Porque irás delante del Señor° para preparar sus caminos; Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; Porque irás ante la faz del Señor, para aparejar sus caminos;
77 para que su pueblo conozca la salvación en la remisión de sus pecados; Dando conocimiento de salud á su pueblo, Para remisión de sus pecados,
78 por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con la que nos visitará un amanecer desde lo alto, Por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, Con que nos visitó de lo alto el Oriente,
79 para resplandecer sobre los que están sentados en tinieblas y en sombra de muerte; para dirigir nuestros pies en un camino de paz. Para dar luz á los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz.
80 El niño crecía y se fortalecía en espíritu; y estuvo en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel. Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu: y estuvo en los desiertos hasta el día que se mostró á Israel.
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