Biblia paralela

# Moderna 1929 actualizada 2020 close Reina-Valera revisada 1909 close
1 Pedro, apóstol de Jesucristo, a los que viven como extranjeros en la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia; PEDRO, apóstol de Jesucristo, á los extranjeros esparcidos en Ponto, en Galacia, en Capadocia, en Asia, y en Bithinia,
2 escogidos según el previo conocimiento de Dios Padre, en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas. Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sea multiplicada.
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos; Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, Para una herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse, reservada en los cielos
5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe para la salvación preparada para ser revelada en el tiempo postrero. Para nosotros que somos guardados en la virtud de Dios por fe, para alcanzar la salud que está aparejada para ser manifestada en el postrimero tiempo.
6 En lo cual os alegráis, aunque por poco tiempo tengáis que ser afligidos con diversas pruebas, si es necesario, En lo cual vosotros os alegráis, estando al presente un poco de tiempo afligidos en diversas tentaciones, si es necesario,
7 para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro perecedero que es probado con el fuego, sea hallada para alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo, Para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, bien que sea probado con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesucristo fuera manifestado:
8 a quien amáis sin haberle visto; en quien aun sin verle, creéis, y os alegráis con gozo inefable y glorioso; Al cual, no habiendo visto, le amáis; en el cual creyendo, aunque al presente no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorificado;
9 obteniendo el fin de la fe, la salvación de las almas. Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salud de vuestras almas.
10 Sobre esta salvación, los profetas que profetizaron de la gracia que os estaba reservada, se informaron e inquirieron con interés, De la cual salud los profetas que profetizaron de la gracia que había de venir á vosotros, han inquirido y diligentemente buscado,
11 buscando qué tiempo o qué circunstancias indicaba en ellos el Espíritu de Cristo, el cual daba testimonio de antemano de los padecimientos de Cristo y de las glorias que los seguirían. Escudriñando cuándo y en qué punto de tiempo significaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual prenunciaba las aflicciones que habían de venir á Cristo, y las glorias después de ellas.
12 A estos fue revelado que no para sí mismos, sino para vosotros, ministraban esas cosas que ahora fueron anunciadas por los que os predicaron el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas que los ángeles desean mirar de cerca. Á los cuales fué revelado, que no para sí mismos, sino para nosotros administraban las cosas que ahora os son anunciadas de los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; en las cuales desean mirar los ángeles.
13 Por lo cual, consolidad vuestros pensamientos, sed sobrios y poned perfectamente vuestra esperanza en la gracia que os es otorgada en la revelación de Jesucristo; Por lo cual, teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceñidos, con templanza, esperad perfectamente en la gracia que os es presentada cuando Jesucristo os es manifestado:
14 como hijos obedientes, no os conforméis a los malos deseos que teníais antes, en el tiempo de vuestra ignorancia; Como hijos obedientes, no conformándoos con los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
15 sino, como el que os llamó es santo, sed santos vosotros también en toda vuestra conducta; Sino como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda conversación:
16 porque está escrito: Sed santos, porque yo soy santo. Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
17 Y si invocáis como Padre al que sin acepción de personas juzga según la obra de cada cual, conducíos con temor en el tiempo de vuestra peregrinación; Y si invocáis por Padre á aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conversad en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación:
18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir que vuestros padres os enseñaron, no con cosas corruptibles, como plata u oro, Sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra vana conversación, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro ó plata;
19 sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin defecto y sin mancha, Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación:
20 predestinado antes de la fundación del mundo, pero manifestado al fin de los tiempos a causa de vosotros, Ya ordenado de antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postrimeros tiempos por amor de vosotros,
21 que por él ahora creéis en Dios, quien lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. Que por él creéis á Dios, el cual le resucitó de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios.
22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, para un amor fraternal sincero, amaos de todo corazón unos a otros con fervor; Habiendo purificado vuestra almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos á otros entrañablemente de corazón puro:
23 no habiendo renacido de simiente corruptible, sino incorruptible, por la palabra viva y permanente de Dios. Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios, que vive y permanece para siempre.
24 Porque toda carne es como la hierba, y toda su gloria como la flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae, Porque Toda carne es como la hierba, Y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba: Secóse la hierba, y la flor se cayó;
25 pero la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que os fue anunciada. Mas la palabra del Señor permanece perpetuamente. Y ésta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.
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