Biblia paralela

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1 SEGÚN su antojo busca el que se desvía, Y se entremete en todo negocio. EL que se separa de Dios, busca su propio gusto, y disputa calurosamente contra toda sana razón.
2 No toma placer el necio en la inteligencia, Sino en lo que su corazón se descubre. El insensato no se deleita en la inteligencia, sino antes en poner de manifiesto su corazón.
3 Cuando viene el impío, viene también el menosprecio, Y con el deshonrador la afrenta. Cuando viene el inicuo viene también el desprecio; y con la deshonra, la ignominia.
4 Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; Y arroyo revertiente, la fuente de la sabiduría. Aguas profundas son palabras de la boca del hombre sabio; el manantial de sabiduría es como un arroyo abundoso.
5 Tener respeto á la persona del impío, Para hacer caer al justo de su derecho, no es bueno. No es bueno aceptar la persona de los inicuos, para pervertir el derecho del justo en el juicio.
6 Los labios del necio vienen con pleito; Y su boca á cuestiones llama. Los labios del insensato se meten en las disputas, y su boca incita a las heridas.
7 La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su alma. La boca del insensato es su misma perdición; y sus labios son un lazo para su alma.
8 Las palabras del chismoso parecen blandas, Y descienden hasta lo íntimo del vientre. Las palabras del chismoso son bocados muy suaves, pues descienden a lo más interior del cuerpo.
9 También el que es negligente en su obra Es hermano del hombre disipador. También el que es flojo en su trabajo hermano es de aquel que maltrata su hacienda.
10 Torre fuerte es el nombre de Jehová: Á él correrá el justo, y será levantado. Torre de fortaleza es el nombre de Jehová; a ella corre el justo, y está en salvo.
11 Las riquezas del rico son la ciudad de su fortaleza, Y como un muro alto en su imaginación. El caudal del rico es su ciudad fuerte, y es como muro alto en su concepto.
12 Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, Y antes de la honra es el abatimiento. Antes de la destrucción se ensoberbece el corazón del hombre; y a la honra precede la humildad.
13 El que responde palabra antes de oír, Le es fatuidad y oprobio. Al que responde antes de oír, le es una insensatez y un baldón.
14 El ánimo del hombre soportará su enfermedad: Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado? El espíritu de un hombre sustentará su flaqueza; mas el espíritu quebrantado ¿quién podrá soportarlo?
15 El corazón del entendido adquiere sabiduría; Y el oído de los sabios busca la ciencia. El corazón del hombre entendido adquiere la ciencia; y el oído de los sabios busca la ciencia.
16 El presente del hombre le ensancha el camino, Y le lleva delante de los grandes. La dádiva del hombre le abre ancho paso, y le conduce a la presencia de los grandes.
17 El primero en su propia causa parece justo; Y su adversario viene, y le sondea. Justo parece aquel que habla el primero en su causa; pero viene su contrario y le escudriña
18 La suerte pone fin á los pleitos, Y desparte los fuertes. La suerte acaba con las contiendas, y desparte entre los poderosos.
19 El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte: Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar. El hermano ofendido más difícil es de ganar que una ciudad fuerte, y las contiendas que resultan son como los cerrojos de un castillo.
20 Del fruto de la boca del hombre se hartará su vientre; Hartaráse del producto de sus labios. Del fruto de la boca de un hombre se saciará su vientre; y del producto de sus labios él se hartará.
21 La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos. La muerte y la vida están en el poder de la lengua; y los que la aman comerán de su fruto.
22 El que halló esposa halló el bien, Y alcanzó la benevolencia de Jehová. Quien halla mujer halla cosa buena, y alcanza favor por parte de Jehová.
23 El pobre habla con ruegos; Mas el rico responde durezas. El pobre se vale de ruegos; pero el rico responde con aspereza.
24 El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo: Y amigo hay más conjunto que el hermano. El hombre de muchos amigos labra su misma destrucción; pero hay un amigo que es más apegado que el hermano.
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