Biblia paralela

# Reina-Valera revisada 1909 close Moderna 1929 close
1 Y ACONTECIÓ que entrando en casa de un príncipe de los Fariseos un sábado á comer pan, ellos le acechaban. Y ACONTECIÓ que al entrar en casa de uno de los principales de los fariseos en un día de sábado, a comer pan, ellos le estaban observando disimuladamente.
2 Y he aquí un hombre hidrópico estaba delante de él. Y he aquí que había delante de él un hombre hidrópico.
3 Y respondiendo Jesús, habló á los doctores de la ley y á los Fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en sábado? Y respondiendo Jesús, habló a los doctores de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito curar en el sábado o no?
4 Y ellos callaron. Entonces él tomándole, le sanó, y despidióle. Mas ellos callaron. Tomándole entonces, le sanó, y le despidió.
5 Y respondiendo á ellos dijo: ¿El asno ó el buey de cuál de vosotros caerá en algún pozo, y no lo sacará luego en día de sábado? Y a ellos les dijo: ¿Cuál de vosotros tendrá un asno o un buey que cayere en un pozo, y no le sacará luego en día de sábado?
6 Y no le podían replicar á estas cosas. Y no le podían responder a estas cosas.
7 Y observando cómo escogían los primeros asientos á la mesa, propuso una parábola á los convidados, diciéndoles: Y dijo una parábola a los convidados, al observar cómo escogían los primeros asientos, diciéndoles:
8 Cuando fueres convidado de alguno á bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más honrado que tú esté por él convidado, Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el más alto puesto, no sea que otro de mayor distinción que tú haya sido convidado por él;
9 Y viniendo el que te llamó á ti y á él, te diga: Da lugar á éste: y entonces comiences con vergüenza á tener el lugar último. y viniendo aquel que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el puesto más bajo.
10 Mas cuando fueres convidado, ve, y siéntate en el postrer lugar; porque cuando viniere el que te llamó, te diga: Amigo, sube arriba: entonces tendrás gloria delante de los que juntamente se asientan á la mesa. Antes bien, cuando fueres convidado, vé y siéntate en el puesto más bajo; para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de todos los que se sientan a la mesa contigo.
11 Porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado. Porque todo aquel que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.
12 Y dijo también al que le había convidado: Cuando haces comida ó cena, no llames á tus amigos, ni á tus hermanos, ni á tus parientes, ni á vecinos ricos; porque también ellos no te vuelvan á convidar, y te sea hecha compensación. Dijo también al que le había convidado: Cuando haces una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; no sea que ellos también te vuelvan a convidar, y te sea hecha recompensa.
13 Mas cuando haces banquete, llama á los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos; Mas cuando haces banquete, llama a los pobres, a los mancos, a los cojos, a los ciegos;
14 Y serás bienaventurado; porque no te pueden retribuir; mas te será recompensado en la resurrección de los justos. y serás bienaventurado, porque ellos no tienen con que recompensarte: pues serás recompensado en la resurrección de los justos.
15 Y oyendo esto uno de los que juntamente estaban sentados á la mesa, le dijo: Bienaventurado el que comerá pan en el reino de los cielos. Oyendo esto uno de los que estaban sentados a la mesa con él, le dijo: ¡Bienaventurado aquel que comerá pan en el reino de Dios!
16 Él entonces le dijo: Un hombre hizo una grande cena, y convido á muchos. Mas él dijo: Cierto hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.
17 Y á la hora de la cena envió á su siervo á decir á los convidados: Venid, que ya está todo aparejado. Y al tiempo de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está aparejado.
18 Y comenzaron todos á una á excusarse. El primero le dijo: He comprado una hacienda, y necesito salir y verla; te ruego que me des por excusado. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero le dijo: He comprado un campo, y he menester salir y verlo: ruégote que me tengas por excusado.
19 Y el otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy á probarlos; ruégote que me des por excusado. Y otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos: ruégote que me tengas por excusado.
20 Y el otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por eso no puedo ir.
21 Y vuelto el siervo, hizo saber estas cosas á su señor. Entonces enojado el padre de la familia, dijo á su siervo: Ve presto por las plazas y por las calles de la ciudad, y mete acá los pobres, los mancos, y cojos, y ciegos. Y habiendo vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces airóse el padre de familia, y dijo a su siervo: Sal presto a las calles y a los callejones de la ciudad, y trae acá los pobres, los mancos, los ciegos y los cojos.
22 Y dijo el siervo: Señor, hecho es como mandaste, y aun hay lugar. Y dijo el siervo: Señor, hecho está lo que mandaste, y aun hay lugar.
23 Y dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos á entrar, para que se llene mi casa. Y dijo el señor al siervo: Sal a los caminos, y a los vallados, y a cuantos hallares fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.
24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron llamados, gustará mi cena. Porque os digo, que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará de mi cena.
25 Y muchas gentes iban con él; y volviéndose les dijo: Y grandes multitudes le iban acompañando: y volviéndose, les dijo:
26 Si alguno viene á mí, y no aborrece á su padre, y madre, y mujer, é hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su vida, no puede ser mi discípulo. Si alguno viene a mí, y no odia a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y a su misma vida también, no puede ser mi discípulo.
27 Y cualquiera que no trae su cruz, y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga con su cruz y sigue en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
28 Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no cuenta primero sentado los gastos, si tiene lo que necesita para acabarla? Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula el gasto, a ver si tiene con qué acabarla?
29 Porque después que haya puesto el fundamento, y no pueda acabarla, todos los que lo vieren, no comiencen á hacer burla de él, no sea que, habiendo echado el cimiento y no pudiendo acabarla, todos los que lo vieren comiencen a burlarse de él,
30 Diciendo: Este hombre comenzó á edificar, y no pudo acabar. diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
31 ¿Ó cuál rey, habiendo de ir á hacer guerra contra otro rey, sentándose primero no consulta si puede salir al encuentro con diez mil al que viene contra él con veinte mil? ¿O cuál rey, saliendo al encuentro de otro rey, no se sienta primero y consulta, si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?
32 De otra manera, cuando aun el otro está lejos, le ruega por la paz, enviándole embajada. O si no, mientras el otro está todavía lejos, envía una embajada, y pide condiciones de paz.
33 Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncia á todas las cosas que posee, no puede ser mi discípulo. Así, pues, cada uno de vosotros que no renuncia a todo cuanto posee, no puede ser mi discípulo.
34 Buena es la sal; mas si aun la sal fuere desvanecida, ¿con qué se adobará? Buena es la sal; mas si la sal hubiere perdido su sabor, ¿con qué será ella misma sazonada?
35 Ni para la tierra, ni para el muladar es buena; fuera la arrojan. Quien tiene oídos para oír, oiga. Ni para la tierra, ni siquiera para el muladar sirve ya; sino que la echan fuera. Quien tiene oídos para oír, oiga.
navigate_before Lucas 13 Lucas 15 navigate_next
arrow_upward Arriba