La Buena Semilla
Versículos de enero 2024
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?… Vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
(Mateo 6:31-33)
Yo en ti confío, oh Señor, digo: Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos.
(Salmo 31:14-15)
Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
(Juan 17:3)
Esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
(Juan 6:40)
En él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
(Colosenses 1:16)
He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida… porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
(Isaías 38:17)
Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado.
(Salmo 130:4)
Habéis sido comprados por precio.
(1 Corintios 6:20)
Tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación.
(Apocalipsis 5:9)
Si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
(1 Corintios 13:3)
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
(Romanos 5:5)
Fuerte es como la muerte el amor… Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos.
(Cantares 8:6-7)
Él (Jesús) puso su vida por nosotros.
(1 Juan 3:16)
¡Cuán innumerables son tus obras, oh Señor! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios.
(Salmo 104:24)
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí (Jesucristo).
(Juan 5:39)
Dios… nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia.
(Tito 3:5)
El que dice que permanece en él (Jesús), debe andar como él anduvo.
(1 Juan 2:6)
Yo os he amado, dice el Señor; y dijisteis: ¿En qué nos amaste?
(Malaquías 1:2)
Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
(Romanos 5:6)
Vuestro Padre sabe… No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
(Lucas 12:30-32)
No llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.
(Mateo 23:9)
Al que responde palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio.
(Proverbios 18:13)
Gustad, y ved que es bueno el Señor; dichoso el hombre que confía en él.
(Salmo 34:8)
El principio de la sabiduría es el temor del Señor; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
(Proverbios 1:7)
Así ha dicho el Señor… Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
(Jeremías 33:2-4)
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
(Mateo 11:28)
¿Qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas.
(1 Pedro 2:20-21)
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
(Mateo 7:21)
De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo… y en el siglo venidero la vida eterna.
(Marcos 10:29-30)
Las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
(Romanos 1:20)
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
(Colosenses 3:1-2)
Ninguno dice: ¿Dónde está Dios mi Hacedor, que da cánticos en la noche… ?
(Job 35:10)
El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría.
(Jeremías 10:12)
Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
(Jeremías 31:3)
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo el Señor… que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
(Jeremías 17:9-10)
Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
(Génesis 2:7)
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?
(Salmo 8:3-4)
El Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
(Romanos 15:13)
El mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia.
(2 Tesalonicenses 2:16)
Para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma.
(Hebreos 6:18-19)
Ahora pues, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.
(Isaías 64:8)
Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
(Efesios 2:10)
Este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
(1 Juan 5:11)
Yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
(Juan 10:28)