La Buena Semilla
Versículos de junio 2024
Por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo… y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ¿Acaso está dividido Cristo?
(1 Corintios 1:12-13)
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
(Romanos 10:17)
Como hierba es el pueblo. Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.
(Isaías 40:7-8)
Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón.
(Jeremías 15:16)
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.
(Hebreos 1:1-2)
Jesús… puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
(Hebreos 7:25)
Antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.
(Isaías 65:24)
Tú… has entendido desde lejos mis pensamientos… Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Señor, tú la sabes toda.
(Salmo 139:2-4)
Si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra.
(1 Timoteo 5:10)
El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación… nos consuela… para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
(2 Corintios 1:3-4)
Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
(Romanos 12:15)
El temor del Señor es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte.
(Proverbios 14:27)
El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
(Eclesiastés 12:13)
Mi amado es… señalado entre diez mil.
(Cantares 5:10)
Su bandera sobre mí fue amor.
(Cantares 2:4)
Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
(Juan 10:14-15)
El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo… Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano… Mas el publicano… se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
(Lucas 18:11-13)
Yo he oído tu oración… he aquí que yo te sano.
(2 Reyes 20:5)
Daniel, no temas; porque desde el primer día… fueron oídas tus palabras.
(Daniel 10:12)
Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro.
(1 Pedro 1:22)
Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada.
(Santiago 1:5-6)
Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
(Mateo 6:33)
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
(Isaías 26:3)
El Señor es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré.
(Salmo 28:7)
¡Oh Señor!… hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti.
(Jeremías 32:17)
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
(1 Juan 1:9)
Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
(1 Juan 2:1)
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
(Hebreos 11:1, 3)
Abraham… creyó en esperanza contra esperanza… se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido.
(Romanos 4:18-21)
No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
(Hebreos 10:35-36)
Luego que clamaron al Señor en su angustia… los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones… Porque quebrantó las puertas de bronce, y desmenuzó los cerrojos de hierro.
(Salmo 107:13-16)
(Dios dijo a Moisés:) Ve… y te enseñaré lo que hayas de hablar.
(Éxodo 4:12)
Tú dirás todas las cosas que yo te mande.
(Éxodo 7:2)
(Jesús dijo:) Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
(Mateo 7:7-8)
Al Señor cantaré en mi vida; a mi Dios cantaré salmos mientras viva… yo me regocijaré en el Señor.
(Salmo 104:33-34)
Sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
(1 Juan 5:20)
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.
(2 Corintios 6:2)
Oíd la voz del Señor vuestro Dios.
(Jeremías 26:13)
Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.
(Efesios 6:18)
Orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
(Santiago 5:16)
En los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno.
(2 Timoteo 3:1-3)
(Jesús dijo:) En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
(Juan 14:2)
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios.
(1 Juan 3:1)
Recibisteis la palabra de Dios… no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
(1 Tesalonicenses 2:13)
Recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
(Santiago 1:21)
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
(Salmo 103:2)
Sed agradecidos.
(Colosenses 3:15)