La Buena Semilla

Versículos de agosto 2024

No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. (Romanos 7:19-20, 24-25)

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Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal. (Eclesiastés 5:13)

Haceos… tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega. (Lucas 12:33)

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No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. (Filipenses 4:11; 1:21)

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Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. (Salmo 90:2)

Yo soy el Señor, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. (Isaías 45:5)

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Yo (Jesús) he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. (Juan 10:10; 4:25)

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Busqué al Señor, y él me oyó, y me libró de todos mis temores. El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los defiende. Gustad, y ved que es bueno el Señor; dichoso el hombre que confía en él. Temed al Señor, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen. Los ojos del Señor están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos. (Salmo 34:4, 7-9, 15)

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Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; atalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón. (Proverbios 3:1-3)

Pero tú sé sobrio en todo. (2 Timoteo 4:5)

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Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Gálatas 2:20)

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El Padre mismo os ama. (Juan 16:27)

Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. (1 Juan 4:19)

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Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. (Juan 11:43)

Dios, nuestro Dios ha de salvarnos, y del Señor es el librar de la muerte. (Salmo 68:20)

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(El Padre) el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. (Colosenses 1:13-14)

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Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. (Salmo 62:8)

Ciertamente me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica. (Salmo 66:19)

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Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. (Filipenses 1:6)

Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. (Hechos 5:29)

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Diré yo al Señor: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. (Salmo 91:2)

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Procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres. (Hechos 24:16)

Aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. (1 Corintios 4:4)

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¡Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos. (Salmo 8:1)

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? (Salmo 8:3-4)

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Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir… ! Oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. (2 Pedro 3:11, 14)

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Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. (Mateo 16:21)

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Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo? Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él. (Juan 4:28-30)

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Abraham estaba aún delante del Señor. (Génesis 18:22)

Y subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante del Señor… Dios se acordó de Abraham. (Génesis 19:27-29)

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Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones. (1 Pedro 2:1)

Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios. (Proverbios 4:24)

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Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti. (Salmo 39:7)

Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza. (Salmo 62:5)

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Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. (Salmo 19:1)

¡Cuán innumerables son tus obras, oh Señor! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios. (Salmo 104:24)

Él (Dios) hace cosas grandes e incomprensibles, y maravillosas, sin número. (Job 9:10)

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Los muchachos se fatigan y se cansan… pero los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas. (Isaías 40:30-31)

Aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. (2 Corintios 4:16)

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Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania… Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. (Juan 12:1-3)

De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que esta ha hecho, para memoria de ella. (Marcos 14:9)

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Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. (Hebreos 11:3)

El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. (Juan 3:36)

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Entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo. (Juan 6:15)

El reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. (Romanos 14:17)

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¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? (Lucas 18:7-8)

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Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos. (Lucas 17:10)

Será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. (2 Timoteo 2:21)

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Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. (Hebreos 12:1-2)

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Bartimeo el ciego… comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!… Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. Él entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. (Marcos 10:46-50)

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