La Buena Semilla
Versículos de julio 2024
Jesús les dijo… Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
(Juan 6:37)
Los que viven saben que han de morir.
(Eclesiastés 9:5)
Amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
(Isaías 38:17)
Jesús… a este… prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
(Hechos 2:22-24)
Acuérdate de Jesucristo… resucitado de los muertos.
(2 Timoteo 2:8)
Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz.
(Salmo 19:1-3)
Aun en la risa tendrá dolor el corazón; y el término de la alegría es congoja.
(Proverbios 14:13)
Jesús dijo: Pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
(Juan 16:24)
Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
(Juan 14:5-6)
Cada uno se fue a su casa; y Jesús se fue al monte de los Olivos.
(Juan 7:53; 8:1)
Saldrá el Señor… Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente.
(Zacarías 14:3-4)
Tú eres Dios que ve.
(Génesis 16:13)
Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
(2 Corintios 5:17)
¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia.
(Job 38:4)
Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios.
(Hebreos 11:3)
Nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no… adoraremos la estatua que has levantado.
(Daniel 3:17-18)
El justo en su muerte tiene esperanza.
(Proverbios 14:32)
La ley del Señor es perfecta, que convierte el alma; el testimonio del Señor es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos del Señor son rectos, que alegran el corazón; el precepto del Señor es puro, que alumbra los ojos.
(Salmo 19:7-8)
¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad?
(Miqueas 7:18)
Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo, porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo… Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas.
(Salmo 61:2-4)
El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?
(Génesis 18:25)
(Dios manifiesta) en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
(Romanos 3:26)
Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.
(Lucas 11:28)
Gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.
(Isaías 35:10)
Gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento.
(1 Timoteo 6:6)
Regocijaos en el Señor siempre.
(Filipenses 4:4)
La congoja (o angustia) en el corazón del hombre lo abate; mas la buena palabra lo alegra.
(Proverbios 12:25)
Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
(1 Pedro 5:7)
¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias… Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Señor, roca mía, y redentor mío.
(Salmo 19:12-14)
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
(Mateo 6:9-10)
El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo… nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
(Efesios 1:3)
Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
(Efesios 2:8-9)
He entregado lo que amaba mi alma en mano de sus enemigos.
(Jeremías 12:7)
Dios… no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros.
(Romanos 8:31-32)
(Jesús dijo) Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.
(Juan 5:39)
¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
(Lucas 24:32)
Dios nuestro Salvador… quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
(1 Timoteo 2:3-4)
Mirad que no desechéis al que habla (Dios).
(Hebreos 12:25)
Si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
(Juan 8:46-47)
Que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
(1 Corintios 2:5)
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres… Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.
(Juan 8:31-34)
La superabundante gracia de Dios en vosotros. ¡Gracias a Dios por su don inefable!
(2 Corintios 9:14-15)
Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia.
(Romanos 5:20)
Dios… ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.
(Hechos 17:30)
Arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados.
(Hechos 3:19)
Esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.
(1 Timoteo 4:10)
En él esperaré.
(Lamentaciones 3:24)
No me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
(2 Timoteo 1:12)
A quien (Jesús) amáis sin haberle visto.
(1 Pedro 1:8)
Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
(1 Juan 3:8)
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
(1 Juan 2:15)
Mandó el Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
(Génesis 2:16-17)