Inédito Nuevo

11 - Resumen

Estudios sobre el libro de Ester


Resumamos en pocas palabras el contenido de este libro, así como el carácter de su protagonista.

En una época en que Dios todavía oculta su rostro a su pueblo, la esposa de las naciones es repudiada, y la virgen de Israel ocupa su lugar en el corazón del Soberano. Todavía oculta en cuanto a su origen, se convierte en su esposa para ser reina de las naciones. El adversario provoca una gran tribulación contra el pueblo, pero es derrotado por el Libertador de Israel, que se apodera de todas sus posesiones, y sufre el destino preparado por él para el objeto de su odio. La esposa judía es reconocida públicamente como tal; los enemigos del pueblo son objeto de la venganza que habían procurado contra él; la administración del reino es confiada a quien había sido el siervo de todos, y quien finalmente inaugura el reinado de justicia, paz y gozo.

En este libro, Mardoqueo atrae nuestra particular atención. Podemos distinguir en él 2 tipos de cualidades: su carácter moral y su carácter oficial.

Su carácter moral, precioso retrato de aquel del Salvador, nos impresiona por su ternura, su delicadeza de corazón, sus afectos familiares, su constante cuidado de la huérfana. Pero es igualmente notable por su justicia y rectitud, su valor y decisión, su inquebrantable apego a la Palabra de Dios. Ocupando el lugar del remanente de Israel, acepta la servidumbre, él que iba a ser declarado grande entre todos; sin embargo, se niega a inclinar la cabeza ante el adversario, resistiendo al enemigo a costa de su propia vida. Se une a la angustia de su pueblo y la sufre en el alma, pero es paciente en la esperanza, y ese es el triunfo de la fe cuando el enemigo es todopoderoso y Dios oculta su rostro.

Su carácter oficial es igualmente notable. Vigila a la puerta del rey y se convierte así en el Salvador de las naciones; es reconocido como tal cuando el adversario satánico es derribado. Es el Salvador de su pueblo y, como administrador del reino, él mismo lleva los atributos de la realeza y la gran corona. Se hace temer en el juicio, ejerce la venganza, pero como preludio del descanso; y reina en justicia. Preside el gozo y la alegría que ha traído a su descendencia. Lo ordena todo, en compañía de la esposa judía, su hija adoptiva, que reina sobre las naciones y comparte su interés por su pueblo. Se convierte en el Príncipe de los reyes de la tierra, agradable a Dios y a sus hermanos, grande y, en su carácter real, que todo lo hace por el bien, introduce por fin el reino de paz.

Es sobre todo hacia Él, hacia quien el Espíritu de Dios quiere llamar nuestra atención en el libro de Ester.


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