Biblia paralela

# Reina-Valera revisada 1909 close Moderna 1929 close
1 TÉNGANNOS los hombres por ministros de Cristo, y dispensadores de los misterios de Dios. ASÍ considérenos cada uno como ministros de Cristo y administradores de los misterios de Dios.
2 Mas ahora se requiere en los dispensadores, que cada uno sea hallado fiel. Aquí, además, se requiere en los administradores que sea uno fiel.
3 Yo en muy poco tengo el ser juzgado de vosotros, ó de juicio humano; y ni aun yo me juzgo. Mas en cuanto a mí, es cosa de poquísima importancia el que sea yo juzgado por vosotros, o por juicio humano: más aún, yo no me juzgo a mí mismo.
4 Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; mas el que me juzga, el Señor es. Pues nada sé yo contra mí mismo; mas no soy por esto justificado, sino que el que me juzga es el Señor.
5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también aclarará lo oculto de las tinieblas, y manifestará los intentos de los corazones: y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza. Así pues no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor; el cual sacará a luz las obras encubiertas de las tinieblas, y pondrá de manifiesto los propósitos de los corazones; y entonces cada cual tendrá su alabanza de Dios, y no del hombre.
6 Esto empero, hermanos, he pasado por ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros; para que en nosotros aprendáis á no saber más de lo que está escrito, hinchándoos por causa de otro el uno contra el otro. Y estas cosas, hermanos, las he transferido en figura a mí mismo y a Apolos, por vuestra causa; para que en nosotros aprendieseis a no pasar mas allá de lo arriba escrito; para que ninguno de vosotros se engría a favor de uno en contra de otro.
7 Porque ¿quién te distingue? ¿ó qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿de qué te glorías como si no hubieras recibido? Porque ¿quién hace que tú te diferencies de otro? ¿o qué tienes tú que no hayas recibido? Mas si lo recibiste, ¿por qué te glorías, como si no lo hubieses recibido?
8 Ya estáis hartos, ya estáis ricos, sin nosotros reináis; y ojalá reinéis, para que nosotros reinemos también juntamente con vosotros. Ya estáis saciados; ya os habéis enriquecido; sin nosotros habéis llegado a reinar: y yo quisiera que en efecto reinaseis, para que nosotros también reinásemos con vosotros.
9 Porque á lo que pienso, Dios nos ha mostrado á nosotros los apóstoles por los postreros, como á sentenciados á muerte: porque somos hechos espectáculo al mundo, y á los ángeles, y á los hombres. Pues yo pienso que Dios nos ha puesto a nosotros, los apóstoles, en exhibición, los postreros de todos, como hombres condenados a muerte: porque hemos venido a ser espectáculo al universo, tanto a los ángeles como a los hombres.
10 Nosotros necios por amor de Cristo, y vosotros prudentes en Cristo; nosotros flacos, y vosotros fuertes; vosotros nobles, y nosotros viles. Nosotros somos insensatos por causa de Cristo, mas vosotros sois sabios en Cristo; nosotros somos débiles, mas vosotros sois fuertes; vosotros tenéis gloria, mas nosotros deshonra.
11 Hasta esta hora hambreamos, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos heridos de golpes, y andamos vagabundos; Hasta la hora presente, padecemos hambre, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos abofeteados, y no tenemos morada fija,
12 Y trabajamos, obrando con nuestras manos: nos maldicen, y bendecimos: padecemos persecución, y sufrimos: y estamos rendidos de cansancio, trabajando con nuestras propias manos: siendo vilipendiados, bendecimos; siendo perseguidos, lo sufrimos;
13 Somos blasfemados, y rogamos: hemos venido á ser como la hez del mundo, el desecho de todos hasta ahora. siendo infamados, rogamos: hemos venido a ser como el desecho del mundo, y la escoria de todas las cosas, hasta el día de hoy.
14 No escribo esto para avergonzaros: mas amonéstoos como á mis hijos amados. No escribo estas cosas para avergonzaros, sino que, como a mis hijos amados, os amonesto.
15 Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; que en Cristo Jesús yo os engendré por el evangelio. Pues aunque tuvierais diez mil ayos en Cristo, sin embargo no tenéis muchos padres; porque en Cristo Jesús, por medio del evangelio yo os engendré.
16 Por tanto, os ruego que me imitéis. Ruégoos pues que seáis imitadores míos.
17 Por lo cual os he enviado á Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os amonestará de mis caminos cuáles sean en Cristo, de la manera que enseño en todas partes en todas las iglesias. Por esto envié a vosotros a Timoteo, el cual es mi hijo amado, y fiel en el Señor; quien os recordará mis caminos en Cristo, así como yo los enseño por todas partes, en cada iglesia.
18 Mas algunos están envanecidos, como si nunca hubiese yo de ir á vosotros. Mas algunos están engreídos, como si yo mismo no hubiese de ir a vosotros.
19 Empero iré presto á vosotros, si el Señor quisiere; y entenderé, no las palabras de los que andan hinchados, sino la virtud. Iré empero en breve a vosotros, si el Señor quiere; y conoceré, no la palabra de los que están engreídos, sino el poder.
20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en virtud. Porque no en palabra es el reino de Dios, sino en poder.
21 ¿Qué queréis? ¿iré á vosotros con vara, ó con caridad y espíritu de mansedumbre? ¿Qué queréis? ¿que yo vaya a vosotros con vara de castigo, o en amor, y con espíritu de dulzura?
navigate_before 1 Corintios 3 1 Corintios 5 navigate_next
arrow_upward Arriba