Biblia paralela

# Moderna 1929 actualizada 2020 close Reina-Valera revisada 1909 close
1 Festo, tres días después de entrar en la provincia, subió de Cesarea a Jerusalén. FESTO pues, entrado en la provincia, tres días después subió de Cesarea á Jerusalem.
2 Los jefes de los sacerdotes y los principales de los judíos presentaron acusación ante él contra Pablo, y con insistencia le rogaban, Y vinieron á él los príncipes de los sacerdotes y los principales de los Judíos contra Pablo; y le rogaron,
3 pidiendo como favor contra él, que lo hiciera venir a Jerusalén; ellos preparaban una emboscada para matarle en el camino. Pidiendo gracia contra él, que le hiciese traer á Jerusalem, poniendo ellos asechanzas para matarle en el camino.
4 Festo respondió que Pablo seguiría guardado en Cesarea, y que él mismo iba a partir para allá en breve. Mas Festo respondió, que Pablo estaba guardado en Cesarea, y que él mismo partiría presto.
5 Y les dijo: Que vengan los principales de entre vosotros conmigo, y si ese hombre ha cometido algún mal, que lo acusen. Los que de vosotros pueden, dijo desciendan juntamente; y si hay algún crimen en este varón, acúsenle.
6 Después de pasar entre ellos unos ocho o diez días, bajó a Cesarea; y al día siguiente se sentó en el tribunal y mandó que llevaran a Pablo. Y deteniéndose entre ellos no más de ocho ó diez días, venido á Cesarea, el siguiente día se sentó en el tribunal, y mandó que Pablo fuese traído.
7 Cuando llegó, los judíos que habían descendido de Jerusalén lo rodearon, y presentaron contra él muchas y graves acusaciones, que no podían probar; El cual venido, le rodearon los Judíos que habían venido de Jerusalem, poniendo contra Pablo muchas y graves acusaciones, las cuales no podían probar;
8 mientras Pablo se defendía: Ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra César he cometido pecado alguno. Alegando él por su parte: Ni contra la ley de los Judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada.
9 Pero Festo, queriendo ganarse el favor de los judíos, respondió a Pablo y dijo: ¿Quieres subir a Jerusalén, y ser juzgado ante mí de estas acusaciones? Mas Festo, queriendo congraciarse con los Judíos, respondiendo á Pablo, dijo: ¿Quieres subir á Jerusalem, y allá ser juzgado de estas cosas delante de mí?
10 A lo que Pablo dijo: Ante el tribunal de César estoy, en él debo ser juzgado. A los judíos en nada he perjudicado, como tú muy bien sabes. Y Pablo dijo: Ante el tribunal de César estoy, donde conviene que sea juzgado. Á los Judíos no he hecho injuria alguna, como tú sabes muy bien.
11 Si he cometido algún delito o crimen digno de muerte, no rehúso morir; pero si nada hay de lo que estos me acusan, nadie puede entregarme a ellos. ¡Apelo a César! Porque si alguna injuria, ó cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehuso morir; mas si nada hay de las cosas de que éstos me acusan, nadie puede darme á ellos. Á César apelo.
12 Entonces Festo, después de consultar con los del consejo, respondió: ¡A César has apelado, a César irás! Entonces Festo, habiendo hablado con el consejo, respondió: ¿Á César has apelado? á César irás.
13 Pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea, para saludar a Festo. Y pasados algunos días, el rey Agripa y Bernice vinieron á Cesarea á saludar á Festo.
14 Como pasaban allí muchos días, Festo expuso al rey el caso de Pablo, diciendo: Hay aquí un hombre que Félix ha dejado preso; Y como estuvieron allí muchos días, Festo declaró la causa de Pablo al rey, diciendo: Un hombre ha sido dejado preso por Félix,
15 cuando fui a Jerusalén, los jefes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos lo acusaron ante mí, solicitando una sentencia contra él. Sobre el cual, cuando fuí á Jerusalem, vinieron á mí los príncipes de los sacerdotes y los ancianos de los Judíos, pidiendo condenación contra él:
16 A los cuales respondí que los romanos no tienen costumbre de entregar a ningún hombre antes de que el acusado tenga a sus acusadores frente a él, y pueda defenderse de la acusación. Á los cuales respondí: no ser costumbre de los Romanos dar alguno á la muerte antes que el que es acusado tenga presentes sus acusadores, y haya lugar de defenderse de la acusación.
17 Cuando se reunieron aquí, sin demora, al día siguiente, me senté en el tribunal y mandé llamar al hombre; Así que, habiendo venido ellos juntos acá, sin ninguna dilación, al día siguiente, sentado en el tribunal, mandé traer al hombre;
18 en su presencia, los acusadores no presentaban ninguna acusación de los delitos que yo sospechaba; Y estando presentes los acusadores, ningún cargo produjeron de los que yo sospechaba:
19 sino que tenían con él algunas controversias acerca de su religión, y de un tal Jesús, que ha muerto, y que Pablo afirma que vive. Solamente tenían contra él ciertas cuestiones acerca de su superstición, y de un cierto Jesús, difunto, el cual Pablo afirmaba que estaba vivo.
20 Como no me resultaba fácil investigar tales cuestiones, le pregunté si quería ir a Jerusalén y ser juzgado allí respecto a ellas. Y yo, dudando en cuestión semejante, dije, si quería ir á Jerusalem, y allá ser juzgado de estas cosas.
21 Pero como Pablo apeló a ser guardado para el juicio de Augusto, mandé que fuese custodiado hasta que lo enviara a César. Mas apelando Pablo á ser guardado al conocimiento de Augusto, mandé que le guardasen hasta que le enviara á César.
22 Agripa dijo a Festo: Yo también quisiera oír a ese hombre. Festo le dijo: Mañana lo oirás. Entonces Agripa dijo á Festo: Yo también quisiera oír á ese hombre. Y él dijo: Mañana le oirás.
23 Al día siguiente vinieron Agripa y Berenice, con mucha pompa; entraron en la sala de audiencia con los comandantes y los principales de la ciudad, y por orden de Festo fue traído Pablo. Y al otro día, viniendo Agripa y Bernice con mucho aparato, y entrando en la audiencia con los tribunos y principales hombres de la ciudad, por mandato de Festo, fué traído Pablo.
24 Dijo Festo: Rey Agripa y todos los presentes, veis a este hombre para quien todo el pueblo de los judíos me ha solicitado, tanto en Jerusalén como aquí, gritando a voces que no lo dejase vivir más. Entonces Festo dijo: Rey Agripa, y todos los varones que estáis aquí juntos con nosotros: veis á éste, por el cual toda la multitud de los Judíos me ha demandado en Jerusalem y aquí, dando voces que no conviene que viva más;
25 Pero yo consideré que no había hecho nada digno de muerte; y como él mismo apeló a Augusto, determiné enviárselo. Mas yo, hallando que ninguna cosa digna de muerte ha hecho, y él mismo apelando á Augusto, he determinado enviarle:
26 Nada tengo de cierto que comunicar a mi señor de lo que a él respecta. Por lo cual lo he presentado ante vosotros, y especialmente ante ti, oh rey Agripa, para que cuando hayas examinado su caso, yo tenga algo que escribir. Del cual no tengo cosa cierta que escriba al señor; por lo que le he sacado á vosotros, y mayormente á ti, oh rey Agripa, para que hecha información, tenga yo qué escribir.
27 Porque me parece ilógico enviar a un preso sin indicar también los cargos que hay contra él. Porque fuera de razón me parece enviar un preso, y no informar de las causas.
navigate_before Hechos 24 Hechos 26 navigate_next
arrow_upward Arriba