Biblia paralela

# Moderna 1929 close Reina-Valera revisada 1909 close
1 AL que es débil en la fe, recibidle, mas no a disputas de opiniones dudosas. RECIBID al flaco en la fe, pero no para contiendas de disputas.
2 Tal hay que tiene fe para comer de todo; mas el que es débil, come sólo legumbres. Porque uno cree que se ha de comer de todas cosas: otro que es débil, come legumbres.
3 El que come, no desprecie al que no come; y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha aceptado. El que come, no menosprecie al que no come: y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha levantado.
4 ¿Quién eres tú que juzgas al siervo ajeno? para con su propio señor está en pie o cae. Mas será mantenido firme, porque poderoso es el Señor para mantenerle firme. ¿Tú quién eres que juzgas al siervo ajeno? para su señor está en pie, ó cae: mas se afirmará; que poderoso es el Señor para afirmarle.
5 Tal hay que reputa un día más que otro; tal reputa todos los días iguales. Cada cual tenga plena seguridad en su propia mente. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté asegurado en su ánimo.
6 El que hace aprecio del día, lo aprecia para el Señor; y el que no hace aprecio del día, para el Señor no lo aprecia. El que come, come para el Señor, pues que da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. El que hace caso del día, hácelo para el Señor: y el que no hace caso del día, no lo hace para el Señor. El que come, come para el Señor, porque da gracias á Dios; y el que no come, no come para el Señor, y da gracias á Dios.
7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí: Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.
8 pues si vivimos, vivimos para el Señor; y si morimos, morimos para el Señor: ora que vivamos pues, ora que muramos, del Señor somos. Que si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ó que vivamos, ó que muramos, del Señor somos.
9 Pues por esto mismo Cristo murió y tornó a vivir, para que fuese Señor así de muertos como de vivos. Porque Cristo para esto murió, y resucitó, y volvió á vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.
10 Tú pues ¿por qué juzgas a tu hermano? y tú, ¿por qué desprecias a tu hermano? porque todos hemos de comparecer ante el tribunal de Cristo; Mas tú ¿por qué juzgas á tu hermano? ó tú también, ¿por qué menosprecias á tu hermano? porque todos hemos de estar ante el tribunal de Cristo.
11 pues que escrito esta: Vivo yo, dice el Señor, que a mí se doblará toda rodilla, y toda lengua ha de confesar a Dios. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que á mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará á Dios.
12 De manera que cada uno de nosotros dará cuenta de sí mismo a Dios. De manera que, cada uno de nosotros dará á Dios razón de sí.
13 No juzguemos pues ya más los unos a los otros; antes bien, juzguemos esto, que nadie ponga delante del hermano tropiezo u ocasión de caer. Así que, no juzguemos más los unos de los otros: antes bien juzgad de no poner tropiezo ó escándalo al hermano.
14 Yo sé, y estoy persuadido en el Señor Jesús, que nada hay que sea de suyo inmundo; mas al que reputa algo como inmundo, para él inmundo es. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que de suyo nada hay inmundo: mas á aquel que piensa alguna cosa ser inmunda, para él es inmunda.
15 Pero si a causa de tu comida tu hermano se contrista, ya no andas conforme al amor. No destruyas con tu comida a aquel por quien murió Cristo. Empero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme á la caridad. No arruines con tu comida á aquél por el cual Cristo murió.
16 No dejéis pues que se hable mal de vuestro bien: No sea pues blasfemado vuestro bien:
17 porque el reino de Dios no es el comer y el beber, sino la justicia, y la paz, y el gozo en el Espíritu Santo. Que el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo por el Espíritu Santo.
18 Porque el que en estas cosas sirve a Cristo, es acepto a Dios, y aprobado de los hombres. Porque el que en esto sirve á Cristo, agrada á Dios, y es acepto á los hombres.
19 Así pues, sigamos las cosas que promueven la paz, y aquellas por las cuales podremos edificarnos mutuamente. Así que, sigamos lo que hace á la paz, y á la edificación de los unos á los otros.
20 No derribes, a causa de comida, la obra de Dios. Todas las viandas en verdad son limpias; sin embargo, lo limpio es malo para el hombre que come con ofensa de conciencia. No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas á la verdad son limpias: mas malo es al hombre que come con escándalo.
21 Es bueno no comer carne, ni beber vino, ni hacer cosa alguna en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite. Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, ó se ofenda ó sea debilitado.
22 La fe que tú tienes, tenla para contigo mismo delante de Dios. ¡Dichoso aquel que no se condena a sí mismo en lo que aprueba! ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena á sí mismo con lo que aprueba.
23 Pero el que tiene escrúpulo, si con todo come, es condenado, porque no obra por fe; pues todo lo que no es de fe, es pecado. Mas el que hace diferencia, si comiere, es condenado, porque no comió por fe: y todo lo que no es de fe, es pecado.
navigate_before Romanos 13 Romanos 15 navigate_next
arrow_upward Arriba