Biblia paralela

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1 Y ACONTECIÓ después de días, que en el tiempo de la siega del trigo, Samsón visitó á su mujer con un cabrito, diciendo: Entraré á mi mujer á la cámara. Mas el padre de ella no lo dejó entrar. Y PASADO algún tiempo, aconteció que en los días de la siega de los trigos, Samsón visitó a su mujer, llevando consigo un cabrito de las cabras; y dijo: Entraré a donde está mi mujer, dentro del aposento; mas el padre de ella no le permitió entrar.
2 Y dijo el padre de ella: Persuadíme que la aborrecías, y díla á tu compañero. Mas su hermana menor, ¿no es más hermosa que ella? tómala, pues, en su lugar. Y dijo su padre: Yo pensaba con plena seguridad que tú la habías del todo aborrecido; por tanto se la dí a tu compañero. ¿Acaso su hermana menor no es más hermosa que ella? Sea ella pues tuya, en lugar de la otra.
3 Y Samsón les respondió: Yo seré sin culpa esta vez para con los Filisteos, si mal les hiciere. Entonces les dijo Samsón: Seré yo en esta vez más inocente que los Filisteos, aun cuando les haga un agravio.
4 Y fué Samsón y cogió trescientas zorras, y tomando teas, y trabando aquéllas por las colas, puso entre cada dos colas una tea. Fué pues Samsón, y cogió trescientos chacales, y tomando teas, los juntó cola con cola, y puso una tea entre cada dos colas;
5 Después, encendiendo las teas, echó las zorras en los sembrados de los Filisteos, y quemó hacinas y mieses, y viñas y olivares. luego, pegando fuego a las teas, soltó los chacales por entre las mieses de los Filisteos; y así consumió las hacinas y las mieses por segar, juntamente con las viñas y los olivares.
6 Y dijeron los Filisteos: ¿Quién hizo esto? Y fuéles dicho: Samsón, el yerno del Timnateo, porque le quitó su mujer y la dió á su compañero. Y vinieron los Filisteos, y quemaron á fuego á ella y á su padre. Entonces dijeron los Filisteos: ¿Quién ha hecho esto? y se les contestó: Samsón, yerno del Timnateo; por cuanto éste ha tomado su mujer y la ha dado a su compañero. Subieron pues los Filisteos, y quemaron a fuego tanto a ella como a su padre.
7 Entonces Samsón les dijo: ¿Así lo habíais de hacer? mas yo me vengaré de vosotros, y después cesaré. Por lo cual les dijo Samsón: Ya que habéis hecho un crimen como éste, juro que tomaré venganza de vosotros; hecho lo cual, desistiré.
8 É hiriólos pierna y muslo con gran mortandad; y descendió, y fijóse en la cueva de la peña de Etam. Hiriólos pues, dejándolos tendidos pierna sobre muslo, con destrozo grande; luego descendió y habitó en una hendidura del peñón de Etam.
9 Y los Filisteos subieron y pusieron campo en Judá, y tendiéronse por Lehi. Entonces subieron los Filisteos y acamparon en Judá, y desplegaron en Lehí.
10 Y los varones de Judá les dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y ellos respondieron: Á prender á Samsón hemos subido, para hacerle como él nos ha hecho. Y les dijeron los hombres de Judá: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? A lo que respondieron: Para atar a Samsón hemos subido, a fin de hacer con él según él ha hecho con nosotros.
11 Y vinieron tres mil hombres de Judá á la cueva de la peña de Etam, y dijeron á Samsón: ¿No sabes tú que los Filisteos dominan sobre nosotros? ¿por qué nos has hecho esto? Y él les respondió: Yo les he hecho como ellos me hicieron. Por lo cual descendieron tres mil hombres de Judá a la hendidura del peñón de Etam, y dijeron a Samsón: ¿Acaso tú no sabes que los Filisteos señorean sobre nosotros? ¿qué pues es esto que has hecho? Y él les contestó: Según ellos hicieron conmigo, así he hecho yo con ellos.
12 Ellos entonces le dijeron: Nosotros hemos venido para prenderte, y entregarte en mano de los Filisteos. Y Samsón les respondió: Juradme que vosotros no me mataréis. Y le dijeron: Hemos descendido para amarrarte, a fin de entregarte en mano de los Filisteos. Entonces les dijo Samsón: Juradme que no me acometeréis vosotros mismos.
13 Y ellos le respondieron, diciendo: No, solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos; mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos cuerdas nuevas, é hiciéronle venir de la peña. Y ellos le hablaron, diciendo: No hay que temer; pues tan sólo te ataremos y te entregaremos en mano de ellos, pero de ninguna manera te mataremos nosotros. Le ataron pues con dos sogas nuevas, y le hicieron subir del peñón.
14 Y así que vino hasta Lehi, los Filisteos le salieron á recibir con algazara: y el espíritu de Jehová cayó sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se tornaron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos. Él iba llegando a Lehí, cuando los Filisteos alzaron el grito, corriendo a su encuentro. Y arrebatóle el Espíritu de Jehová, de modo que las sogas que estaban sobre sus brazos vinieron a ser como el lino que ha sido quemado del fuego; así se deshicieron las ligaduras de sobre sus manos.
15 Y hallando una quijada de asno fresca, extendió la mano y tomóla, é hirió con ella á mil hombres. Y hallando una quijada de asno fresca aún, alargó la mano y la cogió, e hirió con ella a mil hombres.
16 Entonces Samsón dijo: Con la quijada de un asno, un montón, dos montones; Con la quijada de un asno herí mil hombres. Entonces cantó Samsón: ¡Con la quijada de un asno, montones sobre montones; con la quijada de un asno he matado mil hombres!
17 Y acabando de hablar, echó de su mano la quijada, y llamó á aquel lugar Ramath-lehi. Y aconteció que como acabase de cantar estas palabras, arrojó la quijada de su mano; y llamó aquel sitio Colina de Lehí.
18 Y teniendo gran sed, clamó luego á Jehová, y dijo: Tú has dado esta gran salud por mano de tu siervo: ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos? Mas tuvo una grandísima sed, y clamó a Jehová, diciendo: Tú has dado por mano de tu siervo esta tan grande salvación, ¿y ahora acaso tengo que morir de sed, o caer en mano de estos incircuncisos?
19 Entonces quebró Dios una muela que estaba en la quijada, y salieron de allí aguas, y bebió, y recobró su espíritu, y reanimóse. Por tanto llamó su nombre de aquel lugar, En-haccore, el cual es en Lehi, hasta hoy. Entonces abrió Dios una cuenca que hay en Lehí, y salieron de allí aguas: y cuando hubo bebido, le volvió su espíritu, y Samsón revivió. Por tanto fué llamada aquella fuente, Fuente del Clamante; la cual permanece en Lehí hasta este día.
20 Y juzgó á Israel en días de los Filisteos veinte años. Y Samsón juzgó a Israel en los días de los Filisteos veinte años.
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