Biblia paralela
# | Reina-Valera revisada 1909 | Moderna 1929 |
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1 | Y JESÚS, seis días antes de la Pascua, vino á Bethania, donde estaba Lázaro, que había sido muerto, al cual había resucitado de los muertos. | JESÚS entonces, seis días antes de la Pascua, vino a Betania, donde estaba Lázaro, a quien él había resucitado de entre los muertos. |
2 | É hiciéronle allí una cena y Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados á la mesa juntamente con él. | Allí, pues, le hicieron una cena; y Marta servía; pero Lázaro era uno de aquellos que estaban a la mesa con él. |
3 | Entonces María tomó una libra de ungüento de nardo líquido de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos: y la casa se llenó del olor del ungüento. | Entonces María, tomando una libra de ungüento de nardo puro, muy precioso, ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos: y se llenó la casa del olor del ungüento. |
4 | Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote, hijo de Simón, el que le había de entregar: | Dijo entonces uno de sus discípulos, Judas Iscariote, hijo de Simón, el cual le iba a entregar: |
5 | ¿Por qué no se ha vendido este ungüento por trescientos dineros, y se dió á los pobres? | ¿Por qué no fué vendido este ungüento por trescientos denarios, y se ha dado a los pobres? |
6 | Mas dijo esto, no por el cuidado que él tenía de los pobres: sino porque era ladrón, y tenía la bolsa, y traía lo que se echaba en ella. | Esto lo dijo, no porque él tuviese cuidado de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, se llevaba lo: que se echaba en ella. |
7 | Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto; | Jesús entonces le dijo: Dejadla; para el día de mi sepultura ella ha guardado esto. |
8 | Porque á los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas á mí no siempre me tenéis. | Porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros; mas a mí no siempre me tenéis. |
9 | Entonces mucha gente de los Judíos entendió que él estaba allí; y vinieron no solamente por causa de Jesús, mas también por ver á Lázaro, al cual había resucitado de los muertos. | Así, pues, una gran muchedumbre de los judíos oyó decir que él estaba allí; y vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino para ver a Lázaro también, a quien él había resucitado de entre los muertos. |
10 | Consultaron asimismo los príncipes de los sacerdotes, de matar también á Lázaro; | Pero los jefes de los sacerdotes consultaban cómo podrían matar a Lázaro también; |
11 | Porque muchos de los Judíos iban y creían en Jesús por causa de él. | porque a causa de él muchos de los judíos se apartaban de ellos, y creían en Jesús. |
12 | El siguiente día, mucha gente que había venido á la fiesta, como oyeron que Jesús venía á Jerusalem, | Al día siguiente una gran muchedumbre que había venido a la fiesta, cuando oyeron que Jesús venía a Jerusalem, |
13 | Tomaron ramos de palmas, y salieron á recibirle, y clamaban: ¡Hosanna, Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel! | tomaron ramos de palmas, y salieron a su encuentro, aclamando: ¡Hosanna! ¡Bendito el rey de Israel, que viene en el nombre del Señor! |
14 | Y halló Jesús un asnillo, y se sentó sobre él, como está escrito: | Y Jesús, habiendo hallado un asnillo, se sentó en él, según está escrito: |
15 | No temas, hija de Sión: he aquí tu Rey viene, sentado sobre un pollino de asna. | No temas, hija de Sión: he aquí que viene tu rey, sentado sobre un pollino de asna. |
16 | Estas cosas no las entendieron sus discípulos de primero: empero cuando Jesús fué glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas de él, y que le hicieron estas cosas. | Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; mas cuando Jesús fué glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas de él, y que ellos habían hecho estas cosas con él. |
17 | Y la gente que estaba con él, daba testimonio de cuando llamó á Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos. | La gente, pues, que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le levantó de entre los muertos, daba testimonio de ello. |
18 | Por lo cual también había venido la gente á recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal; | Por esto también la multitud salió a recibirle; porque oyeron decir que él había hecho este milagro. |
19 | Mas los Fariseos dijeron entre sí: ¿Veis que nada aprovecháis? he aquí, el mundo se va tras de él. | Por tanto los fariseos dijeron entre sí: ¡Ya veis que no aprovecháis nada! ¡he aquí que el mundo se va tras él! |
20 | Y había ciertos Griegos de los que habían subido á adorar en la fiesta: | Mas había ciertos griegos de entre los que subieron a adorar en la fiesta: |
21 | Éstos pues, se llegaron á Felipe, que era de Bethsaida de Galilea, y rogáronle, diciendo: Señor, querríamos ver á Jesús. | éstos, pues, se llegaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús. |
22 | Vino Felipe, y díjolo á Andrés: Andrés entonces, y Felipe, lo dicen á Jesús. | Viene Felipe, y lo dice a Andrés; en seguida viene Andrés con Felipe, y ellos lo dicen a Jesús. |
23 | Entonces Jesús les respondió, diciendo: La hora viene en que el Hijo del hombre ha de ser glorificado. | Y Jesús les responde, diciendo: Ha llegado la hora en que sea glorificado el Hijo del hombre. |
24 | De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva. | En verdad, en verdad os digo: A menos que el grano de trigo caiga en tierra y muera, queda solo; mas si muere, lleva mucho fruto. |
25 | El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. | El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guarda para vida eterna. |
26 | Si alguno me sirve, sígame: y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará. | Si alguno me sirve, sígame; y en donde yo estoy, allí también estará mi servidor: si alguno me sirviere, a éste le honrará mi Padre. |
27 | Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? Padre, sálvame de esta hora. Mas por esto he venido en esta hora. | ¡Ahora está turbada mi alma! ¿y qué diré? ¡Padre, sálvame de esta hora! mas por esto mismo vine a esta hora. |
28 | Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Y lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. | ¡Padre, glorifica tu nombre! Entonces vino una voz del cielo, que decía: Ya lo he glorificado, y otra vez lo glorificaré. |
29 | Y la gente que estaba presente, y había oído, decía que había sido trueno. Otros decían: Ángel le ha hablado. | El pueblo, pues, que estaba allí y lo oyó, decía que había sido un trueno; otros decían: Un ángel le ha hablado. |
30 | Respondió Jesús, y dijo: No ha venido esta voz por mi causa, mas por causa de vosotros. | Respondió Jesús y dijo: No por mi causa ha sido esta voz, sino por causa de vosotros. |
31 | Ahora es el juicio de este mundo: ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. | Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. |
32 | Y yo, si fuere levantado de la tierra, á todos traeré á mí mismo. | Y yo, si fuere levantado en alto de sobre la tierra, a todos los atraeré a mí mismo. |
33 | Y esto decía dando á entender de qué muerte había de morir. | Mas esto lo decía, dando a entender de qué género de muerte iba a morir. |
34 | Respondióle la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre: ¿cómo pues dices tú: Conviene que el Hijo del hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del hombre? | El pueblo, pues, le respondió: Hemos sabido por la ley, que el Cristo permanece eternamente: ¿y cómo dices tú: Es menester que el Hijo del hombre sea levantado en alto? ¿Quién es este Hijo del hombre? |
35 | Entonces Jesús les dice: Aun por un poco estará la luz entre vosotros: andad entre tanto que tenéis luz, porque no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe dónde va. | Jesús entonces les dijo: Aun un poco de tiempo la luz está entre vosotros: andad mientras tenéis la luz, para que no os sobrevengan las tinieblas: pues el que anda en tinieblas, no sabe a donde va. |
36 | Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y fuése, y escondióse de ellos. | Mientras tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hechos hijos de la luz. Estas cosas dijo Jesús, y luego se fué, y escondióse de ellos. |
37 | Empero habiendo hecho delante de ellos tantas señales, no creían en él. | Pues aunque había hecho tantos milagros delante de ellos, no creían en él; |
38 | Para que se cumpliese el dicho que dijo el profeta Isaías: ¿Señor, quién ha creído á nuestro dicho? ¿Y el brazo del Señor, á quién es revelado? | para que se cumpliera la palabra que habló Isaías el profeta: Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje? ¿y a quien ha sido revelado el brazo del Señor? |
39 | Por esto no podían creer, porque otra vez dijo Isaías: | Por esto ellos no podían creer; pues que otra vez dijo Isaías: |
40 | Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Porque no vean con los ojos, y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane. | Él ha cegado los ojos de ellos, y endurecido su corazón; para que no vean con los ojos, y no perciban con su corazón, y se conviertan, y yo los sane. |
41 | Estas cosas dijo Isaías cuando vió su gloria, y habló de él. | Estas cosas dijo Isaías cuando vió su gloria, y habló de él. |
42 | Con todo eso, aun de los príncipes, muchos creyeron en él; mas por causa de los Fariseos no lo confesaban, por no ser echados de la sinagoga. | Sin embargo aun de los hombres principales muchos creyeron en él; mas a causa de los fariseos no lo confesaban; para que no fuesen echados de la sinagoga: |
43 | Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios. | porque amaban más la gloria que es de los hombres que la gloria que es de Dios. |
44 | Mas Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; | Jesús clamó y dijo: Quien en mí cree, no cree en mí, sino en él que me envió. |
45 | Y el que me ve, ve al que me envió. | Y el que me ve a mí ve a Aquel que me envió. |
46 | Yo la luz he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. | Yo he venido, una luz al mundo, para que todo aquel que cree en mí no more en tinieblas. |
47 | Y el que oyere mis palabras, y no las creyere, yo no le juzgo; porque no he venido á juzgar al mundo, sino á salvar al mundo. | Y si alguno oyere mis palabras, y no las guardare, yo no le juzgo; porque no vine al mundo para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. |
48 | El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero. | El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que yo he hablado, ella misma le juzgará en el día postrero. |
49 | Porque yo no he hablado de mí mismo; mas el Padre que me envió, él me dió mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. | Porque no he hablado de mí mismo, sino que el Padre que me envió, me ha dado mandamiento de lo que debo decir y lo que debo hablar. |
50 | Y sé que su mandamiento es vida eterna: así que, lo que yo hablo, como el Padre me lo ha dicho, así hablo. | Y yo sé que su mandamiento es vida eterna: todo cuanto digo, pues, según el Padre me ha dicho, así hablo. |