Biblia paralela

# Moderna 1929 close Reina-Valera revisada 1909 close
1 FESTO pues, habiendo entrado en la provincia, después de tres días subió a Jerusalem, desde Cesarea. FESTO pues, entrado en la provincia, tres días después subió de Cesarea á Jerusalem.
2 Y comparecieron ante él los jefes de los sacerdotes, y los hombres principales de los judíos, en contra de Pablo, y le rogaron, Y vinieron á él los príncipes de los sacerdotes y los principales de los Judíos contra Pablo; y le rogaron,
3 pidiendo para sí favor contra él, que le hiciese venir a Jerusalem; poniéndole ellos emboscada para matarle en el camino. Pidiendo gracia contra él, que le hiciese traer á Jerusalem, poniendo ellos asechanzas para matarle en el camino.
4 Festo, sin embargo, respondió que Pablo estaba guardado en Cesarea, y que iba a partir él mismo para allá muy en breve. Mas Festo respondió, que Pablo estaba guardado en Cesarea, y que él mismo partiría presto.
5 Por tanto, dijo él, los de entre vosotros que puedan, desciendan conmigo, y si hay cosa mala en el hombre, acúsenle. Los que de vosotros pueden, dijo desciendan juntamente; y si hay algún crimen en este varón, acúsenle.
6 Y habiéndose detenido entre ellos no más de ocho o diez días, descendió a Cesarea; y al día siguiente, sentado en el tribunal, mandó que fuese traído Pablo. Y deteniéndose entre ellos no más de ocho ó diez días, venido á Cesarea, el siguiente día se sentó en el tribunal, y mandó que Pablo fuese traído.
7 Y habiendo él venido, se le pusieron en derredor los judíos que habían descendido de Jerusalem, alegando en contra de él muchas y graves acusaciones, que no podían probar; El cual venido, le rodearon los Judíos que habían venido de Jerusalem, poniendo contra Pablo muchas y graves acusaciones, las cuales no podían probar;
8 en tanto que Pablo decía en su defensa: Ni contra la ley de los Judíos, ni contra el Templo, ni contra César he cometido pecado alguno. Alegando él por su parte: Ni contra la ley de los Judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada.
9 Mas Festo queriendo ganarse el favor de los judíos, respondiendo a Pablo, dijo: ¿Quieres subir a Jerusalem, y ser juzgado allí respecto de estas cosas delante de mí? Mas Festo, queriendo congraciarse con los Judíos, respondiendo á Pablo, dijo: ¿Quieres subir á Jerusalem, y allá ser juzgado de estas cosas delante de mí?
10 A lo que dijo Pablo: Delante del tribunal de César estoy ahora, donde debo ser juzgado: contra los judíos no he hecho mal alguno, como tú también lo sabes mejor que nadie. Y Pablo dijo: Ante el tribunal de César estoy, donde conviene que sea juzgado. Á los Judíos no he hecho injuria alguna, como tú sabes muy bien.
11 Si pues soy malhechor, o he cometido algo digno de muerte, no rehuso morir; pero si nada hay de aquellas cosas de que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos por favor. ¡Apelo a César! Porque si alguna injuria, ó cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehuso morir; mas si nada hay de las cosas de que éstos me acusan, nadie puede darme á ellos. Á César apelo.
12 Entonces Festo, después de haber consultado con los del consejo, respondió: ¡A César has apelado: a César irás! Entonces Festo, habiendo hablado con el consejo, respondió: ¿Á César has apelado? á César irás.
13 Y pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea, para saludar a Festo, Y pasados algunos días, el rey Agripa y Bernice vinieron á Cesarea á saludar á Festo.
14 Y cuando se hubieron detenido allí muchos días, Festo expuso al rey el caso de Pablo, diciendo: Hay aquí un hombre, dejado en prisiones por Félix, Y como estuvieron allí muchos días, Festo declaró la causa de Pablo al rey, diciendo: Un hombre ha sido dejado preso por Félix,
15 respecto de quien, estando yo en Jerusalem, los jefes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos comparecieron ante mí, pidiendo sentencia contra él. Sobre el cual, cuando fuí á Jerusalem, vinieron á mí los príncipes de los sacerdotes y los ancianos de los Judíos, pidiendo condenación contra él:
16 A quienes contesté, que no es costumbre de los romanos entregar a ningún hombre por favor, ni antes que el acusado tenga ante sí a sus acusadores, y haya tenido lugar para defenderse de la acusación. Á los cuales respondí: no ser costumbre de los Romanos dar alguno á la muerte antes que el que es acusado tenga presentes sus acusadores, y haya lugar de defenderse de la acusación.
17 Habiéndose pues reunido ellos aquí, sin dilación alguna, al día siguiente, sentéme en el tribunal, y mandé llamar al hombre; Así que, habiendo venido ellos juntos acá, sin ninguna dilación, al día siguiente, sentado en el tribunal, mandé traer al hombre;
18 contra quien, cuando se presentaron los acusadores, no trajeron acusación alguna de delitos que yo había sospechado; Y estando presentes los acusadores, ningún cargo produjeron de los que yo sospechaba:
19 sino que tenían contra él ciertas cuestiones respecto de su propia religión, y concerniente a un cierto Jesús, ya muerto, de quien afirmaba Pablo que estaba vivo. Solamente tenían contra él ciertas cuestiones acerca de su superstición, y de un cierto Jesús, difunto, el cual Pablo afirmaba que estaba vivo.
20 Y estando yo perplejo respecto de la investigación de tales cuestiones, le pregunté si quería ir a Jerusalem, y ser juzgado allí de estas cosas. Y yo, dudando en cuestión semejante, dije, si quería ir á Jerusalem, y allá ser juzgado de estas cosas.
21 Mas habiendo Pablo hecho apelación a que fuese guardado para el juicio del Emperador, mandé que fuese guardado hasta que le pudiese enviar a César. Mas apelando Pablo á ser guardado al conocimiento de Augusto, mandé que le guardasen hasta que le enviara á César.
22 Y Agripa dijo a Festo: Yo también quisiera oír a ese hombre. A lo que dijo Festo: Mañana le oirás. Entonces Agripa dijo á Festo: Yo también quisiera oír á ese hombre. Y él dijo: Mañana le oirás.
23 Y al día siguiente, habiendo venido Agripa y Berenice, con mucha pompa, y habiendo entrado en la sala de audiencia, juntamente con los tribunos y los señores principales de la ciudad, por orden de Festo fué traído Pablo. Y al otro día, viniendo Agripa y Bernice con mucho aparato, y entrando en la audiencia con los tribunos y principales hombres de la ciudad, por mandato de Festo, fué traído Pablo.
24 Y dijo Festo: Rey Agripa, y todos la señores que estáis aquí con nosotros, veis a este hombre, respecto de quien todo el pueblo de los judíos me han hecho instancias, así en Jerusalem como aquí, clamando a voces que no debe vivir ya más. Entonces Festo dijo: Rey Agripa, y todos los varones que estáis aquí juntos con nosotros: veis á éste, por el cual toda la multitud de los Judíos me ha demandado en Jerusalem y aquí, dando voces que no conviene que viva más;
25 Yo hallé empero que no había hecho nada que fuese digno de muerte; y habiendo él mismo apelado al Emperador, determiné enviarle. Mas yo, hallando que ninguna cosa digna de muerte ha hecho, y él mismo apelando á Augusto, he determinado enviarle:
26 Respecto de quien ninguna cosa cierta tengo que escribir a mi señor. Por lo cual le he presentado delante de vosotros, y mayormente ante ti, oh rey Agripa, para que, cuando se haya hecho examen de su caso, yo tenga algo que escribir. Del cual no tengo cosa cierta que escriba al señor; por lo que le he sacado á vosotros, y mayormente á ti, oh rey Agripa, para que hecha información, tenga yo qué escribir.
27 Porque me parece fuera de razón, al enviar un preso, no indicar también las acusaciones que haya contra él. Porque fuera de razón me parece enviar un preso, y no informar de las causas.
navigate_before Hechos 24 Hechos 26 navigate_next
arrow_upward Arriba