Biblia paralela
# | Moderna 1929 | Reina-Valera revisada 1909 |
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1 | Y DESPUÉS de cinco días, descendió el sumo sacerdote Ananías con ciertos ancianos, y un orador, un tal Tértulo; los cuales comparecieron ante el gobernador contra Pablo. | Y CINCO días después descendió el sumo sacerdote Ananías, con algunos de los ancianos, y un cierto Tértulo, orador; y parecieron delante del gobernador contra Pablo. |
2 | Y habiendo sido llamado éste, comenzó Tértulo a acusarle, diciendo: Ya que por tu medio disfrutamos de mucha paz, y que reformas son efectuadas para esta nación por tú precisión, |
Y citado que fué, Tértulo comenzó á acusar, diciendo: Como por causa tuya vivamos en grande paz, y muchas cosas sean bien gobernadas en el pueblo por tu prudencia, |
3 | lo aceptamos a todo tiempo y en todo lugar, oh excelentísimo Félix, con todo agradecimiento. | Siempre y en todo lugar lo recibimos con todo hacimiento de gracias, oh excelentísimo Félix. |
4 | Mas para que yo no te detenga demasiado, ruégote que de tu clemencia nos escuches un breve rato | Empero por no molestarte más largamente, ruégote que nos oigas brevemente conforme á tu equidad. |
5 | Porque hemos hallado ser este hombre una peste, y levantador de insurrecciones entre todos los judíos por todo el mundo habitado, y jefe de la secta de los Nazarenos: | Porque hemos hallado que este hombre es pestilencial, y levantador de sediciones entre todos los Judíos por todo el mundo, y príncipe de la secta de los Nazarenos: |
6 | el cual también ha procurado profanar el Templo; y nosotros le echamos mano. [Y quisimos juzgarle conforme a nuestra ley. | El cual también tentó á violar el templo; y prendiéndole, le quisimos juzgar conforme á nuestra ley: |
7 | Mas viniendo sobre nosotros el tribuno Lisias, con gran violencia le quitó de nuestras manos: | Mas interviniendo el tribuno Lisias, con grande violencia le quitó de nuestras manos, |
8 | y mandó a sus acusadores que viniesen ante ti.] Mas interrogándole tú mismo, podrás cerciorarte respecto de todas las cosas de que le acusamos. | Mandando á sus acusadores que viniesen á ti; del cual tú mismo juzgando, podrás entender todas estas cosas de que le acusamos. |
9 | Y los judíos también tomaron parte en la acusación, afirmando que estas cosas eran así. | Y contendían también los Judíos, diciendo ser así estas cosas. |
10 | Y cuando el gobernador le había hecho señal para que hablase, Pablo respondió: Sabiendo yo que por muchos años tú has sido juez de esta nación, de buen agrado hago mi defensa; | Entonces Pablo, haciéndole el gobernador señal que hablase, respondió: Porque sé que muchos años ha eres gobernador de esta nación, con buen ánimo satisfaré por mí. |
11 | pudiendo tú cerciorarte de que no hace más de doce días que subí a Jerusalem a adorar; | Porque tú puedes entender que no hace más de doce días que subí á adorar á Jerusalem; |
12 | y ni en el Templo me hallaron disputando con ninguno, ni haciendo tumulto del pueblo, ni en las sinagogas, ni tampoco en la ciudad. | Y ni me hallaron en el templo disputando con ninguno, ni haciendo concurso de multitud, ni en sinagogas, ni en la ciudad; |
13 | Ni pueden ellos comprobar ante ti las cosas de que ahora me acusan. | Ni te pueden probar las cosas de que ahora me acusan. |
14 | Mas esto sí, te confieso, que según el Camino que ellos llaman secta, así sirvo al Dios de nuestros padres, creyendo todo lo que es conforme a la Ley, y todo lo que está escrito en los Profetas: | Esto empero te confieso, que conforme á aquel Camino que llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas; |
15 | teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también esperan, que ha de haber resurrección así de justos como de injustos. | Teniendo esperanza en Dios que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos, la cual también ellos esperan. |
16 | En esto también me ejercito, para tener siempre una conciencia sin ofensa para con Dios y los hombres. | Y por esto, procuro yo tener siempre conciencia sin remordimiento acerca de Dios y acerca de los hombres. |
17 | Mas después de muchos años, vine a traer limosnas a los de mi nación, y ofrendas a Dios. | Mas pasados muchos años, vine á hacer limosnas á mi nación, y ofrendas, |
18 | Ocupado en presentarlas, me hallaron, purificado en el Templo, no con turba alguna, ni tampoco con tumulto. Mas éste lo causaron ciertos judíos de la provincia de Asia; | Cuando me hallaron purificado en el templo (no con multitud ni con alboroto) unos Judíos de Asia; |
19 | los cuales deberían estar aquí delante de ti, y hacer acusación, si tuviesen algo que alegar contra mí. | Los cuales debieron comparecer delante de ti, y acusarme, si contra mí tenían algo. |
20 | O si no, que éstos mismos digan qué mal proceder hallaron, estando yo delante del Sinedrio; | Ó digan estos mismos si hallaron en mí alguna cosa mal hecha, cuando yo estuve en el concilio, |
21 | a menos que sea acerca de esta sola palabra que dije en alta voz: En cuanto a la resurrección de los muertos soy yo juzgado hoy por vosotros. | Si no sea que, estando entre ellos prorrumpí en alta voz: Acerca de la resurrección de los muertos soy hoy juzgado de vosotros. |
22 | Mas Félix, que tenía ya más exacto conocimiento respecto del Camino, les puso dilación, diciendo: Cuando el tribuno Lisias descendiere, averiguaré vuestro asunto. | Entonces Félix, oídas estas cosas, estando bien informado de esta secta, les puso dilación, diciendo: Cuando descendiere el tribuno Lisias acabaré de conocer de vuestro negocio. |
23 | Y mandó al centurión que Pablo fuese guardado; y que usase de indulgencia con él, y que no vedase que ninguno de los suyos le hiciese servicio alguno. | Y mandó al centurión que Pablo fuese guardado, y aliviado de las prisiones; y que no vedase á ninguno de sus familiares servirle, ó venir á él. |
24 | Y después de algunos días, vino Félix con Drucila, mujer suya, la cual era judía, y enviando a llamar a Pablo, le oyó con respecto a la fe en Cristo Jesús. | Y algunos días después, viniendo Félix con Drusila, su mujer, la cual era Judía, llamó á Pablo, y oyó de él la fe que es en Jesucristo. |
25 | Y razonando Pablo de la justicia, de la continencia y del juicio venidero, Félix, aterrado, respondió: Por ahora véte; cuando tuviere un tiempo conveniente, te enviaré a llamar. | Y disertando él de la justicia, y de la continencia, y del juicio venidero, espantado Félix, respondió: Ahora vete, mas en teniendo oportunidad te llamaré: |
26 | Esperaba también que se le diese dinero por parte de Pablo; por lo cual también, enviando por él con mayor frecuencia, conversaba con él. | Esperando también con esto, que de parte de Pablo le serían dados dineros, porque le soltase; por lo cual, haciéndole venir muchas veces, hablaba con él. |
27 | Mas al fin de dos años cumplidos, Félix tuvo por sucesor a Porcio Festo; y queriendo ganarse el favor de los judíos, Félix dejó a Pablo en prisiones. | Mas al cabo de dos años recibió Félix por sucesor á Porcio Festo: y queriendo Félix ganar la gracia de los Judíos, dejó preso á Pablo. |