Biblia paralela
# | Moderna 1929 | Reina-Valera revisada 1909 |
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1 | Y HABIENDO pasado por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había sinagoga de los judíos: | Y PASANDO por Amphípolis y Apolonia, llegaron á Tesalónica, donde estaba la sinagoga de los Judíos. |
2 | y Pablo, según era su costumbre, entró en medio de ellos, y durante tres sábados razonó con ellos, sacando sus argumentos de las Escrituras, | Y Pablo, como acostumbraba, entró á ellos, y por tres sábados disputó con ellos de las Escrituras, |
3 | abriendo su sentido, y exponiendo que era necesario que el Mesías padeciese, y resucitase de entre los muertos; y que este Jesús a quien (dijo) yo os predico, es el Mesías. | Declarando y proponiendo, que convenía que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, el cual yo os anuncio, decía él, éste era el Cristo. |
4 | Y algunos de ellos fueron persuadidos, y se unieron a Pablo y a Silas, también de los griegos religiosos una gran multitud, y de mujeres principales no pocas. | Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los Griegos religiosos grande multitud, y mujeres nobles no pocas. |
5 | Pero los judíos, incitados por celos, tomaron consigo ciertos hombres malos, de los ociosos que frecuentan la plaza, y habiendo reunido al populacho, alborotaron la ciudad; y acometiendo la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo. | Entonces los Judíos que eran incrédulos, teniendo celos, tomaron consigo á algunos ociosos, malos hombres, y juntando compañía, alborotaron la ciudad; y acometiendo á la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo. |
6 | Y no hallándolos, arrastraron a Jasón y a ciertos hermanos ante los magistrados de la ciudad, gritando: ¡Estos hombres que han trastornado e! mundo habitado, han venido acá también; | Mas no hallándolos, trajeron á Jasón y á algunos hermanos á los gobernadores de la ciudad, dando voces: Estos que alborotan el mundo, también han venido acá; |
7 | a quienes Jasón ha acogido: y éstos todos obran en oposición a los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús! | Á los cuales Jasón ha recibido; y todos éstos hacen contra los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús. |
8 | Y turbaron a la muchedumbre y a los gobernantes de la ciudad, cuando oyeron estas cosas. | Y alborotaron al pueblo y á los gobernadores de la ciudad, oyendo estas cosas. |
9 | Y habiendo tomado fianzas de Jasón y de los demás, los dejaron ir. | Mas recibida satisfacción de Jasón y de los demás, los soltaron. |
10 | Y los hermanos inmediatamente, de noche, enviaron a Pablo y a Silas a Berea; los cuales, habiendo llegado allí, entraron en la sinagoga de los judíos. | Entonces los hermanos, luego de noche, enviaron á Pablo y á Silas á Berea; los cuales habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los Judíos. |
11 | Éstos eran más nobles que los de Tesalónica; pues que recibieron la palabra con la mayor prontitud, examinando las Escrituras diariamente para ver si estas cosas eran realmente así. | Y fueron éstos más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras, si estas cosas eran así. |
12 | Por lo cual muchos de ellos creyeron; así como también muchas mujeres griegas de distinción, y de hombres no pocos. | Así que creyeron muchos de ellos; y mujeres Griegas de distinción, y no pocos hombres. |
13 | Pero cuando conocieron los judíos de Tesalónica que también en Berea era predicada por Pablo la palabra de Dios, fueron asimismo allí, incitando y turbando a las multitudes. | Mas como entendieron los Judíos de Tesalónica que también en Berea era anunciada la palabra de Dios por Pablo, fueron, y también allí tumultuaron al pueblo. |
14 | Entonces, en el acto, los hermanos enviaron a Pablo, para que fuese hasta el mar; pero Silas y Timoteo permanecieron aún allí. | Empero luego los hermanos enviaron á Pablo que fuese como á la mar; y Silas y Timoteo se quedaron allí. |
15 | Los que conducían a Pablo, empero, le llevaron a Atenas; y habiendo recibido mandato para Silas y Timoteo, que viniesen a él con la mayor prontitud, se fueron. | Y los que habían tomado á cargo á Pablo, le llevaron hasta Atenas; y tomando encargo para Silas y Timoteo, que viniesen á él lo más presto que pudiesen, partieron. |
16 | Y mientras Pablo los esperaba en Atenas, enardecióse su espíritu dentro de él, al ver toda la ciudad llena de ídolos. | Y esperándolos Pablo en Atenas, su espíritu se deshacía en él viendo la ciudad dada á idolatría. |
17 | Razonó pues en la sinagoga con los judíos, y con los gentiles religiosos; y en el Ágora, todos los días, con los que se encontraban con él. | Así que, disputaba en la sinagoga con los Judíos y religiosos; y en la plaza cada día con los que le ocurrían. |
18 | Y también ciertos de los filósofos epicureos y de los estoicos disputaban con él. Y decían algunos: ¿Qué quiere decir este palabrero? y otros: ¡Parece que es algún anunciador de dioses extranjeros! porque predicaba la buena nueva de Jesús, y de la resurrección. | Y algunos filósofos de los Epicúreos y de los Estóicos, disputaban con él; y unos decían: ¿Qué quiere decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses: porque les predicaba á Jesús y la resurrección. |
19 | Tomándole pues, le condujeron al Areópago, diciendo: ¿Podemos saber qué es esta nueva enseñanza de que tú hablas? | Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué sea esta nueva doctrina que dices? |
20 | porque traes a nuestros oídos ciertas cosas extrañas; querríamos saber pues qué puede ser esto. | Porque pones en nuestros oídos unas nuevas cosas: queremos pues saber qué quiere ser esto. |
21 | (Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, no se ocupaban en otra cosa sino en decir o en oír alguna cosa nueva.) | (Entonces todos los Atenienses y los huéspedes extranjeros, en ninguna otra cosa entendían, sino ó en decir ó en oír alguna cosa nueva.) |
22 | Pablo entonces, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Señores atenienses, en todas las cosas percibo que sois muy religiosos. |
Estando pues Pablo en medio del Areópago, dijo: Varones Atenienses, en todo os veo como más supersticiosos; |
23 | Porque pasando por la ciudad, y observando los objetos de vuestro culto, hallé también un altar en que estaba inscrito: AL DIOS NO CONOCIDO. ¡Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, a ése os anuncio! | Porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Aquél pues, que vosotros honráis sin conocerle, á éste os anuncio yo. |
24 | El Dios que hizo el mundo, y todo cuanto hay en él, éste, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos de manos; | El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, éste, como sea Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos de manos, |
25 | ni es servido por manos de hombres, como si necesitase de algo, puesto que es él mismo quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas: | Ni es honrado con manos de hombres, necesitado de algo; pues él da á todos vida, y respiración, y todas las cosas; |
26 | e hizo de una misma sangre todas las naciones de los hombres, para habitar sobre toda la haz de la tierra, fijando sus tiempos señalados, y los términos de su habitación; | Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habitasen sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los términos de los habitación de ellos; |
27 | para que buscasen a Dios, si acaso, palpando a tientas, le hallasen; aunque no está lejos de ninguno de nosotros: | Para que buscasen á Dios, si en alguna manera, palpando, le hallen; aunque cierto no está lejos de cada uno de nosotros: |
28 | pues que en él vivimos, y nos movemos, y tenemos nuestro ser; como algunos de vuestros mismos poetas han dicho: Porque también de él somos linaje. | Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como también algunos de vuestros poetas dijeron: Porque linaje de éste somos también. |
29 | Luego, puesto que somos linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea semejante al oro, o a la plata, o a la piedra, esculpida por arte e ingenio del hombre. | Siendo pues linaje de Dios, no hemos de estimar la Divinidad ser semejante á oro, ó á plata, ó á piedra, escultura de artificio ó de imaginación de hombres. |
30 | Pues aquellos tiempos de ignorancia Dios los dejó pasar; mas ahora manda a los hombres, que todos, en todas partes, se arrepientan; | Empero Dios, habiendo disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia á todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan: |
31 | por cuanto él ha determinado un día en que juzgará al mundo con justicia por un varón a quien él ha designado; de lo cual ha dado certeza a todos los hombres, levantándole de entre los muertos. | Por cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia, por aquel varón al cual determinó; dando fe á todos con haberle levantado de los muertos. |
32 | Mas al oír hablar de resurrección de muertos, algunos se reían de él; y otros decían: Te oiremos otra vez respecto de esto. | Y así como oyeron de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Te oiremos acerca de esto otra vez. |
33 | Así Pablo salió de en medio de ellos. | Y así Pablo se salió de en medio de ellos. |
34 | Sin embargo ciertas personas se le juntaron, y creyeron; entre los cuales también fué Dionisio areopagita, y una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos. | Mas algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales también fué Dionisio el del Areópago, y una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos. |