Biblia paralela

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1 Y LOS Filisteos, tomada el arca de Dios, trajéronla desde Eben-ezer á Asdod. MAS los Filisteos, habiendo tomado el Arca de Dios, la llevaron de Ebén-ezer a Asdod.
2 Y tomaron los Filisteos el arca de Dios, y metiéronla en la casa de Dagón, y pusiéronla junto á Dagón. Tomando, pues los Filisteos el Arca de Dios, la metieron en la casa de Dagón, y la colocaron junto a Dagón.
3 Y el siguiente día los de Asdod se levantaron de mañana, y he aquí Dagón postrado en tierra delante del arca de Jehová: y tomaron á Dagón, y volviéronlo á su lugar. Mas cuando madrugaron los de Asdod al día siguiente, ¡he aquí a Dagón caído sobre su rostro en tierra delante del Arca de Jehová! Y tomaron a Dagón, y le volvieron otra vez a su lugar.
4 Y tornándose á levantar de mañana el siguiente día, he aquí que Dagón había caído postrado en tierra delante del arca de Jehová; y la cabeza de Dagón, y las dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral, habiéndole quedado á Dagón el tronco solamente. Y levantándose muy de mañana al día siguiente, ¡he aquí a Dagón, caído otra vez en tierra sobre su rostro delante del Arca de Jehová! y la cabeza de Dagón, y las dos palmas de sus manos, yacían cortadas sobre el umbral de la puerta; solamente la parte que tenía de pez le quedaba.
5 Por esta causa los sacerdotes de Dagón, y todos los que en el templo de Dagón entran, no pisan el umbral de Dagón en Asdod, hasta hoy. Por lo cual los sacerdotes de Dagón, así como todos los que entran en casa de Dagón, no asientan el pie sobre el umbral de la puerta de Dagón en Asdod, hasta el día de hoy.
6 Empero agravóse la mano de Jehová sobre los de Asdod, y destruyólos, é hiriólos con hemorroides en Asdod y en todos sus términos. Agravóse también la mano de Jehová sobre los de Asdod, y los asoló; y los hirió con tumores, en Asdod y sus términos.
7 Y viendo esto los de Asdod, dijeron: No quede con nosotros el arca del Dios de Israel, porque su mano es dura sobre nosotros, y sobre nuestro dios Dagón. Y cuando vieron los hombres de Asdod que era así, decían: ¡No quede entre nosotros el Arca del Dios de Israel; porque su mano es dura sobre nosotros y sobre Dagón nuestro dios!
8 Enviaron pues á juntar á sí todos los príncipes de los Filisteos, y dijeron: ¿Qué haremos del arca del Dios de Israel? Y ellos respondieron: Pásese el arca del Dios de Israel á Gath. Y pasaron allá el arca del Dios de Israel. Enviaron pues y reunieron a sí todos los príncipes de los Filisteos, y decían: ¿Qué haremos del Arca del Dios de Israel? Y ellos respondieron: Llévese el Arca del Dios de Israel en torno hasta Gat. Llevaron pues el Arca del Dios de Israel en torno hasta allá.
9 Y aconteció que como la hubieron pasado, la mano de Jehová fué contra la ciudad con grande quebrantamiento; é hirió los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande, que se llenaron de hemorroides. Y aconteció que después que la hubieron llevado allá en torno, la mano de Jehová descargóse sobre la ciudad, causando muy grande consternación; pues hirió a los hombres de la ciudad, chicos y grandes: y les brotaron tumores.
10 Entonces enviaron el arca de Dios á Ecrón. Y como el arca de Dios vino á Ecrón, los Ecronitas dieron voces diciendo: Han pasado á mí el arca del Dios de Israel por matarme á mí y á mi pueblo. Por fin enviaron el Arca de Dios a Ecrón. Mas aconteció que apenas llegó el Arca de Dios a Ecrón, los Ecronitas dieron gritos, diciendo: ¡Han traído en torno hasta nosotros el Arca del Dios de Israel, para matarnos a nosotros y a nuestro pueblo!
11 Y enviaron á juntar todos los príncipes de los Filisteos, diciendo: Despachad el arca del Dios de Israel, y tórnese á su lugar, y no mate á mí ni á mi pueblo: porque había quebrantamiento de muerte en toda la ciudad, y la mano de Dios se había allí agravado. Enviaron de nuevo a reunir a todos los príncipes de los Filisteos; los cuales dijeron: Enviad el Arca del Dios de Israel, y vuélvase a su lugar, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo: porque había causado mortal consternación en toda la ciudad: la mano de Jehová se había agravado allí mucho.
12 Y los que no morían, eran heridos de hemorroides; y el clamor de la ciudad subía al cielo. Y los hombres que no murieron, fueron heridos con tumores; y el clamor de la ciudad subió al cielo.
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