1 Juan 2
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Tenemos un Abogado
1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis. Y si alguno peca, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo; 2 él es la propiciación por nuestros pecados; y no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
El mandamiento de amar
Mateo 7:21-23; Juan 13:34, 35; 14:21-24; 15:10-17
3 Y en esto sabemos que le conocemos: si guardamos sus mandamientos. 4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, es mentiroso, y no hay verdad en él; 5 pero el que guarda su palabra, en este realmente el amor de Dios se ha perfeccionado; en esto sabemos que estamos en él. 6 El que dice permanecer en él, también debe andar como él anduvo. 7 Amados, no os escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo que teníais desde el principio; el mandamiento antiguo es la palabra que oísteis. 8 Otra vez, un mandamiento nuevo os escribo, que es verdadero en él y en vosotros; porque las tinieblas van pasando y la luz verdadera ya brilla. 9 El que dice estar en la luz y odia a su hermano, en tinieblas está hasta ahora. 10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y no hay causa de tropiezo en él. 11 Pero el que odia a su hermano está en tinieblas y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas le cegaron los ojos.
A los hijitos, padres y jóvenes
Mateo 6:24; Romanos 12:2; Colosenses 3:1-3; 1 Tesalonicenses 2:11-12; Santiago 4:4
12 Os escribo, hijitos, porque os han sido perdonados los pecados a causa de su nombre. 13 Os escribo, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribí, hijitos, porque conocéis al Padre. 14 Os escribí, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribí, jóvenes, porque sois fuertes, y la Palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
Frente al mundo malo y los anticristos
Juan 16:13-15; Hebreos 12:14; 2 Juan 7-11
15 No améis al mundo, ni las cosas que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo: los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no procede del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 18 Hijitos, es la última hora; y como habéis oído que el anticristo viene, aun ahora han surgido muchos anticristos; por esto sabemos que es la última hora. 19 Salieron de [entre] nosotros, pero no eran de los nuestros; porque si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que fuese manifestado que no todos son de los nuestros.
Saber la verdad
20 Y vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. 21 No os he escrito porque ignoréis la verdad, sino porque la sabéis, y ninguna mentira procede de la verdad. 22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 23 Cualquiera que niega al Hijo, no tiene al Padre; el que confiesa al Hijo, también tiene al Padre. 24 Lo que oísteis desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que desde el principio oísteis permanece en vosotros, vosotros también permaneceréis en el Hijo y en el Padre. 25 Y esta es la promesa que él nos hizo: la vida eterna. 26 Estas cosas os he escrito acerca de los que os engañan. 27 La unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que alguien os enseñe; sino que, como su unción os enseña acerca de todo, es verdad y no mentira, tal como os enseñó, permaneced en ella.
Los hijos de Dios
Romanos 8:14-19
28 Y ahora, hijitos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos confianza y no seamos avergonzados por él en su venida. 29 Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que obra la justicia ha nacido de él.