La Buena Semilla
Versículos de octubre 2025
No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo el Señor vuestro Dios.
(Levítico 19:31)
Sobre esta roca edificaré mi iglesia.
(Mateo 16:18)
Siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor.
(Efesios 2:20-21)
Nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo… se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
(Tito 2:13-14)
(Jesús dijo a sus discípulos:) He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
(Mateo 28:20)
No temas, yo te ayudo.
(Isaías 41:13)
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.
(1 Timoteo 3:16)
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
(Santiago 4:4)
Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas… llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero.
(1 Pedro 2:21, 24)
(Jesús dijo:) Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
(Juan 15:4)
El Señor es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno.
(Jeremías 10:10)
¿Quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos.
(Romanos 11:34-36)
Antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.
(Isaías 65:24)
Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios.
(Jeremías 7:23)
Me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice el Señor.
(Jeremías 29:12-14)
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
(Juan 1:12)
Estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo.
(Romanos 1:6)
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios.
(1 Juan 3:1)
Oí la voz de muchos ángeles… y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
(Apocalipsis 5:11-12)
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad… Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
(Santiago 4:8-10)
Mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
(Romanos 4:5)
Sin fe es imposible agradar a Dios.
(Hebreos 11:6)
El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
(1 Juan 2:6)
Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo.
(Filipenses 1:27)
Os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria.
(1 Tesalonicenses 2:12)
Si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.
(1 Juan 3:20)
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.
(Gálatas 5:22-23)
Esta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis.
(1 Pedro 5:12)
La gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres.
(Tito 2:11)
Estas (señales) se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.
(Juan 20:31)
¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana… En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
(Santiago 4:13-15)
El Señor dio, y el Señor quitó; sea el nombre del Señor bendito.
(Job 1:21)
Yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia.
(Eclesiastés 8:12)
La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
(1 Juan 1:7)
Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
(1 Juan 5:11-12)
(Jesús dijo:) Si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
(Juan 14:3)
La creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
(Romanos 8:21)
La tierra será llena del conocimiento de la gloria del Señor, como las aguas cubren el mar.
(Habacuc 2:14)
El Dios de dioses, el Señor, ha hablado, y convocado la tierra.
(Salmo 50:1)
Dios no es hombre, para que mienta… Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
(Números 23:19)
Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez… Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
(1 Corintios 15:6-8)
Si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.
(1 Corintios 15:17)
Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
(Santiago 5:7-8)
Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma.
(Lucas 12:20)
¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia?… Venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma.
(Isaías 55:2-3)
¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
(Mateo 16:26)
Jesús entonces, al verla llorando (a María), y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró.
(Juan 11:33-35)
Suben a los cielos, descienden a los abismos.
(Salmo 107:26)
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
(Hebreos 13:8)