La Buena Semilla
Versículos de septiembre 2025
Si alguno es oidor de la Palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
(Santiago 1:23-24)
Como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano.
(Jeremías 18:6)
Les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar.
(Lucas 18:1)
Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
(Romanos 8:28)
Vienen días, dice el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra del Señor. E irán errantes… buscando palabra del Señor, y no la hallarán.
(Amós 8:11-12)
Jesucristo… en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
(Efesios 2:22)
(Jesús dijo:) Pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
(Juan 16:24)
Y la paz de Dios… guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
(Filipenses 4:7)
Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores.
(1 Timoteo 1:15)
(Jesús dijo:) No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
(Lucas 5:32)
Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
(Santiago 1:5-6)
Vive el Señor… en cuya presencia estoy.
(1 Reyes 17:1)
Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti… en tierra seca y árida donde no hay aguas.
(Salmo 63:1)
Sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!
(Mateo 16:3)
Buscad al Señor mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
(Isaías 55:6)
Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
(Efesios 4:32)
Todo el pueblo estaba suspenso oyéndole.
(Lucas 19:48)
¿No es mi palabra como fuego, dice el Señor, y como martillo que quebranta la piedra?
(Jeremías 23:29)
De dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.
(Marcos 7:21-22)
Si confesamos nuestros pecados, él (Dios) es fiel y justo para perdonar nuestros pecados.
(1 Juan 1:9)
Verdad es lo que oí… pero yo no lo creía, hasta que he venido, y mis ojos han visto.
(1 Reyes 10:6-7)
(Job dijo a Dios:) De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven.
(Job 42:5)
La oración eficaz del justo puede mucho. Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia.
(Santiago 5:16-18)
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
(Juan 1:18)
Os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
(2 Corintios 5:20)
(Jesús dijo:) Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
(Mateo 11:28)
Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos.
(Apocalipsis 1:5-6)
Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
(Gálatas 2:20)
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
(Lucas 10:27)
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
(Juan 15:13)
La lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego… De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
(Santiago 3:5-6, 10)
Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
(Filipenses 3:13-14)
Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
(Santiago 4:6)
(Jesús) Se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre.
(Filipenses 2:8-9)
(Jesús dijo:) He aquí yo estoy con vosotros todos los días.
(Mateo 28:20)
La esperanza… la cual tenemos como segura y firme ancla del alma…
(Hebreos 6:18-19)
El Señor es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
(Salmo 27:1)
Señor… dichoso el hombre que en ti confía.
(Salmo 84:12)
Si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma.
(Santiago 5:19-20)
Él redimirá en paz mi alma.
(Salmo 55:18)
Y le presentaban (a Jesús) niños para que los tocase… Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.
(Marcos 10:13, 16)
La sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
(Santiago 3:17-18)
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
(Gálatas 1:6-7)