La Buena Semilla
Versículos de junio 2025
Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco.
(Marcos 6:31)
Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los jóvenes; bajo la sombra del deseado me senté.
(Cantares 2:3)
Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo.
(Marcos 5:19)
Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha.
(Filipenses 2:14-15)
¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?
(Marcos 8:36)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
(Juan 3:16)
No me olvidaré de tus palabras… Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado… Me regocijo en tu palabra como el que halla muchos despojos.
(Salmo 119:16, 50, 162)
(Jesús dijo:) Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
(Marcos 16:15)
Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús… Fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
(Hechos 4:18, 31)
El Señor oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros.
(Salmo 69:33)
A medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
(Hechos 16:25)
(Jesús dijo:) Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad… y estará en vosotros.
(Juan 14:16-17)
El que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.
(2 Corintios 1:21-22)
(Jesús dijo:) He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
(Apocalipsis 3:20)
El Señor esperará para tener piedad de vosotros… al oír la voz de tu clamor te responderá.
(Isaías 30:18-19)
No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
(Romanos 3:11-12)
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio.
(Salmo 51:10)
Jesús… por cuarenta días… era tentado por el diablo. Y no comió… tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
(Lucas 4:1-4)
Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.
(1 Timoteo 3:16)
Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él (Cristo)… Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias.
(Romanos 6:6, 11-12)
Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
(Salmo 27:2)
Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis?
(Juan 18:4)
(Jesús) les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.
(Lucas 10:2)
Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
(Romanos 10:9)
Habló, e hizo levantar un viento tempestuoso, que encrespa sus ondas. Suben a los cielos, descienden a los abismos; sus almas se derriten con el mal.
(Salmo 107:25-26)
Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
(Mateo 14:32-33)
Puesto de rodillas (Jesús) oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
(Lucas 22:41-42)
El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto.
(Eclesiastés 5:10)
Las riquezas y la honra están conmigo; riquezas duraderas, y justicia.
(Proverbios 8:18)
(Jesús) No se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré.
(Hebreos 2:11-12)
Todos vosotros sois hermanos.
(Mateo 23:8)
Quizá oigan, y se vuelvan cada uno de su mal camino, y me arrepentiré yo del mal que pienso hacerles por la maldad de sus obras.
(Jeremías 26:3)
Enviaré a mi hijo amado; quizá cuando le vean a él, le tendrán respeto.
(Lucas 20:13)
Al ver (Pedro) el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.
(Mateo 14:30-32)
Qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos… Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
(Romanos 8:26, 28)
En una o en dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende.
(Job 33:14)
Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.
(Hebreos 3:15)
Se han apartado de mí todos ellos por sus ídolos… Convertíos, y volveos de vuestros ídolos.
(Ezequiel 14:5-6)
Estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. Hijitos, guardaos de los ídolos.
(1 Juan 5:20-21)
Dame, hijo mío, tu corazón.
(Proverbios 23:26)
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros.
(Ezequiel 36:26)
Hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
(Romanos 12:1)
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?… Vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
(Mateo 6:31-33)
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré.
(Isaías 41:10)
¡Oh generación! atended vosotros a la palabra del Señor.
(Jeremías 2:31)
¿O pensáis que la Escritura dice en vano?
(Santiago 4:5)