La Buena Semilla
Versículos de marzo 2025
(Jesús dijo:) No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay… Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
(Juan 14:1-3)
Él debilitó mi fuerza en el camino; acortó mis días. Dije: Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días; por generación de generaciones son tus años.
(Salmo 102:23-24)
Mi Dios, en quien confiaré… Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día… Mas a ti no llegará.
(Salmo 91:2-7)
Jesús… pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles.
(Lucas 6:9, 12)
Después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días.
(Hechos 1:3)
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
(Efesios 4:31-32)
El Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas… Así fui librado de la boca del león.
(2 Timoteo 4:17)
Cobrad ánimo… y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice el Señor.
(Hageo 2:4)
El único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver…
(1 Timoteo 6:16)
En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
(Mateo 11:25)
Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.
(Juan 13:21)
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
(1 Juan 4:9)
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
(Génesis 3:6)
… Los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
(1 Juan 2:16)
No hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.
(Romanos 3:22-24)
Respondió el Señor a Job… ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?… ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases?
(Job 38:1-6)
¿Has considerado tú hasta las anchuras de la tierra? Declara si sabes todo esto.
(Job 38:18)
Ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.
(Filipenses 3:8)
Pero estando ya presente Cristo… por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
(Hebreos 9:11)
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
(Hebreos 10:10)
Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.
(Mateo 26:34-35, 74)
(Jesús dijo:) Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
(Juan 14:14)
Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu.
(Efesios 6:18)
Fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros.
(1 Pedro 1:18-20)
De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
(Juan 3:16)
Fui hallado de los que no me buscaban; me manifesté a los que no preguntaban por mí.
(Romanos 10:20)
Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.
(Salmo 139:9-10)
Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias. El Señor… es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
(2 Pedro 3:3, 9)
Vuélvete, oh Señor, libra mi alma; sálvame por tu misericordia.
(Salmo 6:4)
Hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos.
(1 Timoteo 2:5-6)
Raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
(1 Timoteo 6:10)
Y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán.
(Zacarías 12:10)
Estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura… Mirarán al que traspasaron.
(Juan 19:36-37)
También Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.
(1 Pedro 3:18)
El Señor cargó en él el pecado de todos nosotros.
(Isaías 53:6)
Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
(Salmo 32:1)
El amor cubrirá multitud de pecados.
(1 Pedro 4:8)
Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, sin hallar ciudad en donde vivir. Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos. Entonces clamaron al Señor en su angustia, y los libró de sus aflicciones. Los dirigió por camino derecho.
(Salmo 107:4-7)
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
(Efesios 4:32)
Mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.
(1 Juan 3:20)
Él (Jesús) sabía lo que había de hacer.
(Juan 6:6)
Y en gran manera se maravillaban, diciendo: bien lo ha hecho todo.
(Marcos 7:37)
(Jesús dijo:) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
(Juan 10:27-28)
(Dios dijo:) Antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.
(Isaías 65:24)
Mío es el mundo y su plenitud.
(Salmo 50:12)
Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
(Isaías 1:5)
Yo soy el Señor tu sanador.
(Éxodo 15:26)
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