La Buena Semilla
Versículos de abril 2022
En esto hemos conocido el amor, en que él (Jesús) puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
(1 Juan 3:16)
La palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.
(1 Corintios 1:18)
Jesús… el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
(Hebreos 12:2)
El Señor es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
(Salmo 27:1)
En Dios he confiado; no temeré.
(Salmo 56:11)
Cristo… murió por los impíos.
(Romanos 5:6)
(Jesús dijo al malhechor crucificado:) De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
(Lucas 23:43)
Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido… Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido.
(Lucas 15:6, 9)
El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón.
(1 Samuel 16:7)
Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse.
(Lucas 12:2)
… Hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán.
(Oseas 5:15)
(Jesús dijo:) La paz os dejo, mi paz os doy.
(Juan 14:27)
Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.
(Hebreos 11:16)
(Jesús) no se avergüenza de llamarlos hermanos.
(Hebreos 2:11)
Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.
(Hebreos 11:7)
El pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte… Porque así como por la desobediencia de un hombre (Adán) los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno (Jesucristo), los muchos serán constituidos justos.
(Romanos 5:12, 19)
(Jesús dijo:) Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.
(Mateo 18:10-11)
Alégrense los cielos, y gócese la tierra; brame el mar y su plenitud. Regocíjese el campo, y todo lo que en él está; entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento, delante del Señor que vino; porque vino a juzgar la tierra.
(Salmo 96:11-13)
¿A quién me asemejáis… y me comparáis, para que seamos semejantes? Yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí.
(Isaías 46:5, 9)
Para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee… respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.
(2 Corintios 12:7-9)
Pilato salió otra vez, y les dijo: Mirad, os lo traigo fuera, para que entendáis que ningún delito hallo en él. Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: ¡He aquí el hombre!
(Juan 19:4-5)
Acuérdate, oh Señor, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas. De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh Señor.
(Salmo 25:6-7)
Muy de mañana, el primer día de la semana, (las mujeres) vinieron al sepulcro, ya salido el sol… Buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado.
(Marcos 16:2, 6)
(Cristo) él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
(Colosenses 1:15)
Escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando al Señor tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida.
(Deuteronomio 30:19-20)
(Dios dijo a Adán y Eva:) Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
(Génesis 1:28)
Tomó, pues, el Señor Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
(Génesis 2:15)
Cosas que ojo no vio… Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
(1 Corintios 2:9-11)
El Señor dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo.
(Éxodo 34:27)
Escribe en un libro lo que ves, y envíalo.
(Apocalipsis 1:11)
La Escritura no puede ser quebrantada.
(Juan 10:35)
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores… y como que escondimos de él el rostro… y no lo estimamos.
(Isaías 53:3)
A este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
(Hechos 2:36)
El hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo.
(Gálatas 2:16)
Cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.
(Tito 3:4-5)
Tú eres Dios que ve.
(Génesis 16:13)
Dios… nos ha hablado por el Hijo.
(Hebreos 1:2)
(El diablo dijo a Jesús:) Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y… te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.
(Mateo 4:6-7)
Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permanecerás; y todos ellos… como un vestido los mudarás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán.
(Salmo 102:25-27)
No se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.
(Hechos 14:17)
Venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma.
(Isaías 55:3)
El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
(1 Corintios 2:14-15)
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas; y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo.
(2 Corintios 5:17-18)
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.
(2 Pedro 1:19)