Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

navigate_before Salmo 62 Salmo 64 navigate_next

Salmo 63

Visualización :

Salmo de David, estando en el desierto de Judá.

1 DIOS, Dios mío eres tú: levantaréme á ti de mañana: Mi alma tiene sed de ti, mi carne te desea, En tierra de sequedad y transida sin aguas; 2 Para ver tu fortaleza y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario.

3 Porque mejor es tu misericordia que la vida: Mis labios te alabarán. 4 Así te bendeciré en mi vida: En tu nombre alzaré mis manos. 5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma; Y con labios de júbilo te alabará mi boca, 6 Cuando me acordaré de ti en mi lecho, Cuando meditaré de ti en las velas de la noche.

7 Porque has sido mi socorro; Y así en la sombra de tus alas me regocijaré. 8 Está mi alma apegada á ti: Tu diestra me ha sostenido. 9 Mas los que para destrucción buscaron mi alma, Caerán en los sitios bajos de la tierra. 10 Destruiránlos á filo de espada; Serán porción de las zorras. 11 Empero el rey se alegrará en Dios; Será alabado cualquiera que por él jura: Porque la boca de los que hablan mentira, será cerrada.

navigate_before Salmo 62 Salmo 64 navigate_next