El significado de la palabra “prueba o tentación”
Santiago 1:2
Autor:
Las pruebas y las enfermedades
Tema:En griego, la palabra “prueba” [1] “o tentación” [2] es la misma. Esta palabra, en los versículos 13 y 14, nos ayudará a entender su uso. Las «tentaciones» de Dios son, de hecho, pruebas, como muestra el versículo 3, donde la razón que se da para alegrarse cuando caemos en diversas pruebas es que sabemos que la prueba (o la probación) de nuestra fe tiene como resultado final la paciencia o la resistencia (o aguante). En el mismo sentido leemos que Dios tentó a Abraham, es decir, que lo puso a prueba ordenándole que ofreciera a Isaac. Pero cuando llegamos al versículo 13 (que de nuevo contrasta con el v. 12), Santiago está hablando de la tentación del pecado; y, como nos enseña, Dios no puede tener nada que ver con eso.
Así que existe la mayor diferencia posible entre los dos significados. Por parte de Dios, si nos “prueba, o tienta”, es para hacernos ver lo que hay en nuestro corazón, y así nuestra bendición es el objetivo.
Por parte de Satanás, como es él quien actúa sobre nuestra carne y busca estimular sus codicias, es para destruir nuestro testimonio, aunque no pueda provocar nuestra destrucción.
Como otro ejemplo del uso de esta palabra, podemos referirnos a 1 Corintios 10:13. Aquí no se especifica la naturaleza de esta «tentación», pero está claro que los corintios se veían acosados por pruebas que probaban su fidelidad. Para animar sus corazones, el apóstol les asegura que no hay nada extraordinario en lo que están pasando, que es solo lo que es «común al hombre».
Luego introduce a Dios en el cuadro de la manera más hermosa, Dios en su fidelidad, como el apoyo de sus almas, y les dice que no permitirá que sean tentados más allá de sus fuerzas (porque él estaba velando por ellos), sino que les proporcionará una manera de escapar de la tentación, para que puedan soportarla. Esta es una bendita seguridad y un bendito descanso para el corazón probado y afligido. De estos pasajes y de otros semejantes se deduce que las tentaciones de las que debemos alegrarnos son aquellas que, encontrándonos en el camino del desierto, ponen a prueba nuestra confianza en Dios y nos muestran hasta qué punto dependemos de Él para obtener fuerza y apoyo. Pedro también habla de estas tentaciones y de la prueba de nuestra fe a la luz del futuro, de la aparición de Jesucristo (1 Pe. 1:6-7).
[1] Evento penoso, episodio doloroso sufrido por una persona y que puede vencer su resistencia moral.
[2] Una atracción que nos solicita hacia una cosa prohibida.