6 - Notas adicionales sobre Tesalonicenses (Dr. T. Oliver)
Primera Epístola a los Tesalonicenses
A propósito de 1 Tesalonicenses 1, han llegado a nuestras manos las siguientes notas de un corresponsal, bien versado en el griego del Nuevo Testamento, que suscitarán un nuevo ejercicio.
El texto original sugiere que había varias compañías locales, de carácter diverso (secular y religioso), también una sinagoga (Hec. 19:32, 39). La iglesia de Tesalónica estaba constituida en (en, en griego también) Dios Padre y en el Señor Jesucristo. (La pequeña preposición en tiene un maravilloso poder de expresión). Su origen y destino, así como su ámbito de relación, contrastan con lo que se refería a las reuniones judías y paganas. Su reacción se expresó en el trabajo (más que mero trabajo) del amor, el trabajo de la fe y la paciencia (constancia duradera, según J.N. Darby) de la esperanza. Esto implica perseverancia y paciencia. ¡Estos atributos no estaban «en» sino «de» (tou) nuestro Señor Jesucristo! (El caso genitivo indica el origen, carácter y poder). ¡Qué contraste se presentó en la gracia, la paz y el amor en comparación con los equivalentes mundanos en esa gran ciudad! Toda la obra de Dios, la elección y la conversión, fue en el poder del Espíritu Santo, el agente santo vivo y activo, y con mucha mayor seguridad (plerophoria).
En otras partes tenemos correlativos en la «plena seguridad» del entendimiento (Col. 2:2) de la esperanza (Hebr. 6:11) de la fe (Hebr. 10:22). El Espíritu Santo es el poder efectivo y subjetivamente la certeza plena de los creyentes. Una palabra afín es plerophoreo (2 Tim. 4:5). «Con exactitud» (Lucas 1:1); «plenamente persuadido» (Rom. 4:21; 14:5); también «cumple tu ministerio… plenamente presentada» (2 Tim. 4:5, 17). Pleroma significa la medida completa o “toda la plenitud”, etc. Así que de la plenitud de Dios se derrama la abundancia pentecostal (ya sea en 7 o 12 cestas: ¡el grano lleno en la espiga!) en los corazones de hombres y mujeres, como en los Hechos, por ejemplo, Esteban, Pablo, Pedro, etc., ¡así a los tesalonicenses! No se convirtieron simplemente en «seguidores», sino en «imitadores» (mimetes; aparentado a mimos –un actor: «copistas», aunque siempre se traduce “seguidores” en el N.T.). Habían copiado los caminos del Señor, como los actores estudian sus personajes. “Los antiguos aprendices de artesanos vivían con sus maestros y así se hacían como ellos”. También llegaron a ser imitadores de las iglesias de Dios en Judea (1 Tes. 2:14).
Recibieron la Palabra que era la base de su imitación a pesar de las aflicciones, pero acompañada de gozo espiritual. En consecuencia, se convirtieron en ejemplos (modelos) de lo que probaron (1 Tes. 1:7). De ellos «resonó» la Palabra del Señor: ¡muy diferente del sonido de un canto de cisne moribundo! Aquí hay gozo y triunfo, ¡ya que suena claramente! A medida que aumentaba el alcance del sonido, se ampliaba el campo del testimonio (1 Tes. 1:8). Los trípticos de los versículos 3, 9 y 10 se sincronizan con los del versículo 5. Eisodos, significa entrada (1 Tes. 1:9) es la misma palabra que en Hechos 13:24, traducida por «Su venida» y «el rostro de su entrada» por J.N. Darby (vean 1 Tes. 2:1; Hebr. 10:19; 2 Pe. 1:11, Versión 1872). El amor llevado por el Evangelio salta toda barrera de las gruesas fortificaciones de alambre de púas del paganismo. El poder y la seguridad son penetrantes y eficaces. Tuvieron conversiones notables: se volvieron (verbo en aoristo – forma temporalmente indefinida) a Dios (Su obra) desde los ídolos. Hubo un cambio completo de amos. Detrás del ídolo estaba el demonio (el falso amigo del hombre). Ya no estaban bajo un enemigo mortífero, sino al servicio del Dios verdadero (o real) y vivo. Estaban constituidos para esperar (no un participio atemporal como «liberados») –sostenidos en la expectación de Aquel que venía, ahora vivo para siempre a Quien la muerte y la tumba no podían retener. ¡Los ídolos y el mundo (la esfera de la ira) no pueden liberar ya que ellos mismos están encadenados! Así él puede liberar y liberará a los Suyos.