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DIGO empero, así: Mientras que el heredero es niño, no difiere en nada de un siervo, aunque es señor de todo; |
TAMBIÉN digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del siervo, aunque es señor de todo; |
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sino que está bajo guardianes y tutores, hasta el tiempo señalado por su padre. |
Mas está debajo de tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. |
3 |
Así también nosotros, judíos, cuando éramos niños, estábamos sujetos a servidumbre, bajo los rudimentos mundanos de la ley. |
Así también nosotros, cuando éramos niños, éramos siervos bajo los rudimentos del mundo. |
4 |
Mas cuando vino la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, hecho de mujer, hecho bajo ley, |
Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito á la ley, |
5 |
para redimir a los que estaban bajo ley, para que recibiésemos la adopción de hijos. |
Para que redimiese á los que estaban debajo de la ley, á fin de que recibiésemos la adopción de hijos. |
6 |
Y por cuanto sois hijos, ha enviado Dios el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, clamando: ¡Abba, Padre! |
Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre. |
7 |
Por manera que ya no eres más siervo, sino hijo; y si hijo, luego heredero de Dios por medio de Cristo. |
Así que ya no eres más siervo, sino hijo, y si hijo, también heredero de Dios por Cristo. |
8 |
Por otra parte, en aquel tiempo, vosotros, gentiles, no conociendo a Dios, estabais bajo servidumbre a los que por su naturaleza no son dioses. |
Antes, en otro tiempo, no conociendo á Dios, servíais á los que por naturaleza no son dioses: |
9 |
Mas ahora, ya que habéis conocido a Dios, o mas bien habéis sido conocidos por Dios, ¿cómo tornáis atrás a aquellos débiles y desvirtuados rudimentos, a que deseáis estar otra vez en servidumbre? |
Mas ahora, habiendo conocido á Dios, ó más bien, siendo conocidos de Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo á los flacos y pobres rudimentos, en los cuales queréis volver á servir? |
10 |
Guardáis días, y meses, y tiempos, y años: |
Guardáis los días, y los meses, y los tiempos, y los años. |
11 |
¡témome respecto de vosotros, no sea que, de algún modo, haya trabajado por vosotros en vano! |
Temo de vosotros, que no haya trabajado en vano en vosotros. |
12 |
Os ruego, hermanos, que seáis como yo; pues yo soy como vosotros. No me habéis hecho agravio alguno. |
Hermanos, os ruego, sed como yo, porque yo soy como vosotros: ningún agravio me habéis hecho. |
13 |
Al contrario, sabéis que fué por causa de enfermedad corporal, que os prediqué el evangelio la primera vez; |
Que vosotros sabéis que por flaqueza de carne os anuncié el evangelio al principio: |
14 |
y lo que era para vosotros una prueba en mi carne, no lo despreciasteis, ni rechazasteis; sino que me recibisteis como un ángel de Dios, como Cristo Jesús mismo. |
Y no desechasteis ni menospreciasteis mi tentación que estaba en mi carne: antes me recibisteis como á un ángel de Dios, como á Cristo Jesús. |
15 |
¿Dónde pues está ahora aquella felicitación vuestra de entonces? porque os doy testimonio que si fuera posible, os hubierais sacado los ojos, y me los hubierais dado. |
¿Dónde está pues vuestra bienaventuranza? porque yo os doy testimonio que si se pudiera hacer, os hubierais sacado vuestros ojos para dármelos. |
16 |
¿Es así pues, que me he hecho enemigo vuestro, diciéndoos la verdad? |
¿Heme pues hecho vuestro enemigo, diciéndoos la verdad? |
17 |
Aquellos que os seducen tienen celo por vosotros, pero no con honrado intento: más aún, querrían excluiros de nosotros, para que tuvieseis celo por ellos. |
Tienen celos de vosotros, pero no bien: antes os quieren echar fuera para que vosotros los celéis á ellos. |
18 |
Bien está que seáis celosos por lo que es bueno, en todo tiempo, y no solamente mientras yo esté presente con vosotros. |
Bueno es ser celosos en bien siempre; y no solamente cuando estoy presente con vosotros. |
19 |
Hijitos míos, por quienes estoy otra vez en dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros, |
Hijitos míos, que vuelvo otra vez á estar de parto de vosotros, hasta que Cristo sea formado en vosotros; |
20 |
quisiera estar presente con vosotros ahora, y mudar mi voz de tristeza en gozo; porque estoy perplejo respecto de vosotros. |
Querría cierto estar ahora con vosotros, y mudar mi voz; porque estoy perplejo en cuanto á vosotros. |
21 |
Decidme, los que deseáis estar bajo sistema de ley, ¿no oís la ley? |
Decidme, los que queréis estar debajo de la ley, ¿no habéis oído la ley? |
22 |
Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos, el uno de la esclava, y el otro de la mujer libre. |
Porque escrito está que Abraham tuvo dos hijos; uno de la sierva, el otro de la libre. |
23 |
Mas el de la esclava nació según la carne, empero el de la mujer libre nació por medio de la promesa divina. |
Mas el de la sierva nació según la carne; pero el de la libre nació por la promesa. |
24 |
Las cuales cosas son dichas alegóricamente; porque estas dos mujeres son dos pactos; el uno que dimana del monte Sinaí, que engendra hijos para servidumbre, el cual es Agar, |
Las cuales cosas son dichas por alegoría: porque estas mujeres son los dos pactos; el uno ciertamente del monte Sinaí, el cual engendró para servidumbre, que es Agar. |
25 |
(pues que esta Agar es el monte Sinaí, en Arabia, y corresponde a la Jerusalem de ahora, porque está en servidumbre con todos sus hijos) |
Porque Agar ó Sinaí es un monte de Arabia, el cual es conjunto á la que ahora es Jerusalem, la cual sirve con sus hijos. |
26 |
empero la Jerusalem celestial es libre; la cual es madre de nosotros. |
Mas la Jerusalem de arriba libre es; la cual es la madre de todos nosotros. |
27 |
Porque está escrito: Regocíjate, oh estéril, que nunca has dado a luz; rompe en alabanzas y clama, tú que nunca estuviste de parto; porque más son los hijos de la desolada, que de la que tiene el marido. |
Porque está escrito: Alégrate, estéril, que no pares: Prorrumpe y clama, la que no estás de parto; Porque más son los hijos de la dejada, que de la que tiene marido. |
28 |
Y nosotros, hermanos, cual era Isaac, somos hijos de la promesa divina. |
Así que, hermanos, nosotros como Isaac somos hijos de la promesa. |
29 |
Empero, como entonces sucedió, que el que nació según la carne persiguió al que nació según el espíritu, así también sucede ahora. |
Empero como entonces el que era engendrado según la carne, perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. |
30 |
Sin embargo, ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y su hijo; porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la mujer libre. |
Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera á la sierva y á su hijo; porque no será heredero el hijo de la sierva con el hijo de la libre. |
31 |
Por lo cual, hermanos, no somos nosotros hijos de la esclava, sino de la mujer libre. |
De manera, hermanos, que no somos hijos de la sierva, mas de la libre. |