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Nuevo Testamento
1 Pedro
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Destinatarios y deseo de Pedro
Santiago 1:1; 2 Pedro 1:1-2; Judas 1-2
1 Pedro, apóstol de Jesucristo, a los que viven como extranjeros en la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia; 2 escogidos según el previo conocimiento de Dios Padre, en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
La heredad dispensada por el Padre
Mateo 13:17; Efesios 2:4-8; Romanos 8:17-18; 16:25-26; 2 Corintios 4:17-18
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos; 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe para la salvación preparada para ser revelada en el tiempo postrero. 6 En lo cual os alegráis, aunque por poco tiempo tengáis que ser afligidos con diversas pruebas, si es necesario, 7 para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro perecedero que es probado con el fuego, sea hallada para alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo, 8 a quien amáis sin haberle visto; en quien aun sin verle, creéis, y os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9 obteniendo el fin de la fe, la salvación de las almas.
La revelación profética de la salvación por el Espíritu
10 Sobre esta salvación, los profetas que profetizaron de la gracia que os estaba reservada, se informaron e inquirieron con interés, 11 buscando qué tiempo o qué circunstancias indicaba en ellos el Espíritu de Cristo, el cual daba testimonio de antemano de los padecimientos de Cristo y de las glorias que los seguirían. 12 A estos fue revelado que no para sí mismos, sino para vosotros, ministraban esas cosas que ahora fueron anunciadas por los que os predicaron el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas que los ángeles desean mirar de cerca.
Exhortación a la santidad, a la vigilancia y al amor
Efesios 5:1; 1 Corintios 6:20; 1 Tesalonicenses 5:8-9; Tito 2:11-14; Hebreos 12:14; Santiago 1:21
13 Por lo cual, consolidad vuestros pensamientos, sed sobrios y poned perfectamente vuestra esperanza en la gracia que os es otorgada en la revelación de Jesucristo; 14 como hijos obedientes, no os conforméis a los malos deseos que teníais antes, en el tiempo de vuestra ignorancia; 15 sino, como el que os llamó es santo, sed santos vosotros también en toda vuestra conducta; 16 porque está escrito: Sed santos, porque yo soy santo.
Vivir reverenciando a Dios
17 Y si invocáis como Padre al que sin acepción de personas juzga según la obra de cada cual, conducíos con temor en el tiempo de vuestra peregrinación; 18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir que vuestros padres os enseñaron, no con cosas corruptibles, como plata u oro, 19 sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin defecto y sin mancha,
20 predestinado antes de la fundación del mundo, pero manifestado al fin de los tiempos a causa de vosotros, 21 que por él ahora creéis en Dios, quien lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
La regeneración mediante la Palabra
22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, para un amor fraternal sincero, amaos de todo corazón unos a otros con fervor; 23 no habiendo renacido de simiente corruptible, sino incorruptible, por la palabra viva y permanente de Dios. 24 Porque toda carne es como la hierba, y toda su gloria como la flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae, 25 pero la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que os fue anunciada.
Crecer alimentándose de la Palabra
1 Rechazando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresías, envidias y toda clase de maledicencias, 2 como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, para que con ella crezcáis para salvación, 3 si habéis gustado que el Señor es bueno.
Formar un templo para Dios
Mateo 21:42-44; Hechos 4:11-12; Romanos 9:24-33; Efesios 2:20-22
4 Acercándoos a él, piedra viva, rechazada ciertamente por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, 5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual, un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por Jesucristo. 6 Porque encontramos en la Escritura: He aquí, pongo en Sion una piedra angular, escogida, preciosa; y el que crea en ella jamás será avergonzado. 7 Para vosotros que creéis, tiene gran valor; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores rechazaron ha llegado a ser cabeza de ángulo, 8 piedra de tropiezo y roca de escándalo; porque siendo desobedientes ellos tropiezan con la palabra; a lo cual también fueron destinados. 9 Pero vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes del que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable; 10 los que en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois pueblo de Dios; los que no habíais obtenido misericordia, pero ahora habéis obtenido misericordia.
Una buena conducta entre los incrédulos
Mateo 5:11, 16 ; Romanos 13:1-8; Efesios 4:1; 6:5-8
11 Amados, os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que guerrean contra el alma; 12 teniendo una buena conducta entre los gentiles; para que en lo que os calumnian, como a malhechores, observando vuestras buenas obras glorifiquen a Dios en el día de la visitación.
Sumisión a las autoridades
13 Someteos a toda autoridad humana, por causa del Señor; ya sea al rey, como a superior, 14 o a los gobernadores, como enviados por este para castigo de los malhechores, y para alabanza de los que hacen el bien. 15 Porque así es la voluntad de Dios, que haciendo el bien hagáis enmudecer la ignorancia de los hombres insensatos; 16 como libres, sin hacer de la libertad un velo para cubrir la maldad, sino como siervos de Dios. 17 Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey.
Los criados y sus amos
Efesios 6:5-8; Tito 2:9-10
18 Criados, someteos con todo respeto a vuestros amos, no solo a los buenos y benignos, sino también a los que son poco amables. 19 Porque esto merece aprobación, si a causa de la conciencia ante Dios alguien soporta agravios, padeciendo injustamente. 20 Porque, ¿qué gloria hay si soportáis ser maltratados por pecar? Pero si haciendo el bien padecéis y lo soportáis, esto es digno de alabanza ante Dios. 21 Porque para esto fuisteis llamados; pues también Cristo padeció por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas; 22 el cual no hizo pecado, ni fue hallado engaño en su boca; 23 quien, siendo insultado, no respondía con insultos; cuando sufría, no amenazaba, sino que encomendaba su causa a aquel que juzga justamente. 24 Él mismo llevó en su cuerpo nuestros pecados sobre el madero, para que nosotros, muriendo a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 25 Porque erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Guardián de vuestras almas.
Deberes recíprocos de la esposa y del marido
Efesios 5:22-33; Colosenses 3:18-19; 1 Timoteo 2:9-15
1 Igualmente vosotras, esposas, estad sumisas a vuestros maridos para que aun si alguno no obedece a la Palabra, sea ganado sin [una] palabra por la conducta de su esposa, 2 al observar vuestra conducta casta y respetuosa. 3 Que vuestro atavío no sea exterior: trenzado de cabellos, adornos de oro, o vestidos lujosos, 4 sino el de la persona interior, del corazón, en el atavío incorruptible de un espíritu afable y apacible, que es de gran valor ante Dios. 5 Porque así también se ataviaban en tiempos pasados las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sumisas a sus maridos, 6 como Sara obedeció a Abraham, llamándole señor; cuyas hijas sois vosotras, haciendo el bien y no temiendo ninguna amenaza. 7 De igual manera vosotros, maridos, vivid con ellas con inteligencia, como con un vaso más frágil, [que es el] femenino; dándoles honor como a las que también son coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean interrumpidas.
Deberes entre hermanos
Mateo 10:24-31; Romanos 12:14-21
8 En fin, tened todos un mismo sentimiento, compasivos, fraternales, misericordiosos y humildes; 9 no devolviendo mal por mal, o maldición por maldición, sino al contrario, bendiciendo; porque para eso fuisteis llamados, para heredar bendición. 10 Porque el que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal y sus labios de decir engaños; 11 apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala. 12 Porque los ojos del Señor° están sobre los justos, y sus oídos [atentos] a sus oraciones; pero el rostro del Señor° está contra los que hacen el mal.
Actitud en la persecución
13 ¿Y quién es aquel que os hará daño, si sois celosos favorecedores del bien? 14 Pero si incluso padecéis a causa de la justicia, dichosos sois. No temáis lo que ellos temen, ni os turbéis; 15 sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones; y estad siempre dispuestos a responder con bondad y respeto a todo el que os pida razón de la esperanza que hay en vosotros; 16 con buena conciencia, para que en lo que os calumnian, se avergüencen los que denigran vuestra buena conducta en Cristo. 17 Porque es mejor padecer haciendo bien, si así lo quiere la voluntad de Dios, que haciendo mal.
El ejemplo por excelencia
Génesis 6 al 8; Romanos 6:3-13; Efesios 1:20-21; 4:17-24
18 Porque también Cristo padeció una vez por los pecados, [el] justo por los injustos, para llevarnos a Dios, sufriendo la muerte en su carne, pero vivificado por el Espíritu; 19 por el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 a los que en otro tiempo desobedecieron, cuando la paciencia de Dios esperaba en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocos, es decir, ocho personas, fueron salvadas a través del agua. 21 Es la figura del bautismo que también ahora nos salva (este no quita la inmundicia de la carne, sino la petición a Dios de una buena conciencia) por la resurrección de Jesucristo, 22 quien habiendo ido al cielo, está a la diestra de Dios; a él están sometidos ángeles, autoridades y potestades.
Romper con el pecado
1 Puesto que Cristo padeció en [la] carne, armaos vosotros también del mismo pensamiento: que el que padeció en [la] carne, ha roto con el pecado, 2 a fin de que no viváis más tiempo en la carne según los deseos de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. 3 Porque nos basta haber hecho en el tiempo pasado la voluntad de los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, disipación, orgías, excesos de bebida y abominables idolatrías. 4 Por lo cual a ellos les parece extraño que vosotros no corráis con ellos hacia el mismo desbordamiento de disolución, y os ultrajan; 5 estos darán cuenta a aquel que está preparado para juzgar a vivos y a muertos. 6 Por esto también a los muertos les fue predicado el evangelio; para que sean juzgados según los hombres en cuanto a la carne, pero que vivan en espíritu según Dios.
Al servicio los unos de los otros
Lucas 21:34-36; Romanos 12:5-11; 1 Corintios 10:31
7 Pero el fin de todo se ha acercado. Sed, pues, sobrios, y velad en oración. 8 Ante todo, tened ferviente amor entre vosotros; porque el amor cubre multitud de pecados. 9 Sed hospitalarios unos con otros, sin murmurar. 10 Cada cual ponga al servicio de los demás el don que ha recibido, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11 Si alguno habla, sea como oráculo de Dios; si alguno sirve, sea como por la fuerza que Dios da; para que en todo Dios sea glorificado por Jesucristo, a quien es la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén.
Dichosos aquellos que sufren con Cristo
Mateo 5:10-12; Hechos 14:22; 2 Tesalonicenses 1:4-12
12 Amados, no os extrañéis de la hoguera que hay en medio de vosotros para probaros, como si alguna cosa extraña os aconteciese; 13 antes gozaos, como partícipes de los sufrimientos de Cristo, para que también os alegréis en él con mucho gozo en la revelación de su gloria. 14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, dichosos [sois]; porque el Espíritu de gloria y de Dios descansa sobre vosotros. 15 Pero ninguno de vosotros sufra como homicida, o ladrón, o malhechor, o como entrometido; 16 pero si [alguno sufre] como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios en este nombre. 17 Porque [llegó] el tiempo de comenzar el juicio por la casa de Dios; y si comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios? 18 Y si el justo se salva con dificultad, el impío y el pecador ¿dónde aparecerán? 19 Por eso los que sufren según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien.
Exhortaciones a los ancianos
Salmo 10:9; Juan 21:15-17; Hechos 20:28; 1 Timoteo 3:1-7; Santiago 4:6-10
1 Exhorto a los ancianos que están entre vosotros, yo que soy anciano con ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada: 2 Pastoread la grey de Dios que está entre vosotros, velando sobre ella no como obligación, sino con buena voluntad; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como dominando sobre heredades, sino como modelos de la grey; 4 y cuando aparezca el Pastor supremo, recibiréis la corona inmarcesible de gloria.
Exhortaciones a los fieles
5 Igualmente vosotros, jóvenes, someteos a los ancianos; y todos, unos para con otros, ceñíos de humildad; [porque] Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes. 6 Por tanto, humillaos bajo la poderosa mano de Dios para que él os exalte a su debido tiempo; 7 depositando sobre él toda vuestra ansiedad, porque él tiene cuidado de vosotros. 8 Sed sobrios y velad: vuestro adversario el diablo ronda como león rugiente, buscando a quien devorar. 9 Resistidle firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se cumplen en vuestros hermanos que están en el mundo. 10 Y el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, después que hayáis sufrido un poco de tiempo, él mismo os perfeccionará, os afirmará, os fortalecerá y os pondrá sobre un fundamento [inconmovible]. 11 A él [sea la gloria y] el dominio por los siglos de los siglos. Amén.
Deseos y saludos
2 Corintios 13:12-13; 1 Tesalonicenses 5:23-28
12 Por medio de Silvano, a quien considero un hermano fiel, os he escrito brevemente para animaros y aseguraros que [la gracia] en la que estáis es la verdadera gracia de Dios. 13 La elegida con vosotros en Babilonia os saluda, y también Marcos, mi hijo. 14 Saludaos unos a otros con un beso de amor fraternal. Paz a todos los que estáis en Cristo.