Congregarás el pueblo, los hombres, y las mujeres, y los niños, y el extranjero que habita dentro de tus puertas, para que oigan y aprendan, y así teman a Jehová vuestro Dios, y guarden las palabras de esta ley para cumplirlas;
Y JOSUÉ congregó todas las tribus de Israel en Siquem; pues que llamó a los ancianos de Israel y a sus jefes, y a sus jueces, y a sus magistrados, los cuales se presentaron delante de Dios.
Mas oyendo los Filisteos que los hijos de Israel se habían congregado en Mizpa, los príncipes de los Filisteos subieron contra Israel. Y cuando lo supieron los hijos de Israel, tuvieron temor a causa de los Filisteos.
ENTONCES Salomón hizo congregar a todos los ancianos de Israel, y a todas las cabezas de las tribus, los principales de los padres de los hijos de Israel, junto al rey Salomón en Jerusalem, para hacer subir el Arca del Pacto de Jehová, desde la ciudad de David, la cual es Sión.
Ahora bien, envía y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo; también a los profetas de Baal, cuatrocientos cincuenta, y a los profetas de la Ashera, cuatrocientos; los cuales comen a la mesa de Jezabel.
Entonces David hizo congregar a todo Israel desde Sihor, torrente de Egipto, hasta la entrada de Hamat, para traer el Arca de Dios desde Kiryat-jearim.
En efecto, se tomaron a sueldo treinta y dos mil guerreros con carros, y al rey de Maaca con su pueblo; los cuales vinieron y acamparon al frente de Medeba; los hijos de Ammón también se congregaron desde sus ciudades, y vinieron a la guerra.
En seguida congregó a todo Judá y Benjamín, y con ellos los forasteros de Efraim, y de Manasés, y de Simeón: porque se pasaron a él muchos de los Israelitas, luego que vieron que estaba Jehová su Dios con él.
Entonces Amasías congregó a Judá, y los dispuso conforme a las casas paternas, bajo el mando de jefes de miles y de jefes de cientos; es decir, a los de todo Judá y de Benjamín; y alistándolos, de edad de veinte años arriba, halló que eran trescientos mil hombres escogidos, hábiles para la guerra, que manejaban lanza y escudo.
pues no pudieron celebrarla en aquel tiempo, por cuanto los sacerdotes no se habían santificado en número suficiente, ni el pueblo se había congregado en Jerusalem.
En efecto, todos los hombres de Judá y de Benjamín se congregaron en Jerusalem dentro de los tres días; era el mes nono, el veinte del mes; y sentóse todo el pueblo en la plaza de la Casa de Dios, temblando con motivo de este asunto, y a causa de las lluvias.
Allí la culebra arrojadora tendrá su nido, y pondrá sus huevos, y sacará su cría; y la abrigará bajo su sombra: también allí se congregarán los milanos, cada uno con su compañera.
Inquirid en el Libro de Jehová, y leed: ninguno de éstos ha faltado, ninguna echa menos a su compañero; porque mía es la boca que lo ha mandado, y el Espíritu de Jehová es el que los ha congregado.
¡Congregaos, y venid; acercaos a una, los que habéis escapado de las naciones! ¡Nada saben los que cargan con un leño, escultura suya, y oran a un dios que no puede salvar!
¡Alza tus ojos, mira al rededor, y ve; todos ellos se congregan y vienen a ti! ¡Vivo yo! dice Jehová, que de todos ellos te arroparás como de adorno. y te los ceñirás como se ciñe una novia.
Dirán: ¿Por qué nos quedamos sentados? Congregaos, y entremos en las ciudades fortificadas, y estaremos allí callados; puesto que Jehová nuestro Dios nos ha reducido a silencio, y nos ha dado a beber agua de hiel, por haber pecado contra Jehová.
Sí, yo seré hallado de vosotros, dice Jehová: y haré tornar vuestro cautiverio, y os congregaré de todas las naciones, y de todos los lugares adonde os había arrojado, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os había desterrado.
Pues yo os sacaré de entre los pueblos, y os congregaré de entre las tierras, en donde habéis sido dispersados, con mano fuerte, y con brazo extendido, y con indignación derramada;
Como olor grato os aceptaré, cuando os haya sacado de entre las naciones, y os haya congregado de entre las tierras, en donde habéis sido dispersados: y seré santificado en vosotros a la vista de las naciones.
Así dice Jehová el Señor: Cuando yo hubiere congregado la casa de Israel de entre los pueblos en donde hayan sido dispersados, y me hubiere santificado en ellos a la vista de las naciones, entonces habitarán en su tierra que dí a mi siervo Jacob;
Y tú, hijo del hombre, así dice Jehová el Señor: Di a las aves de toda especie, y a todas las fieras del campo: ¡Congregaos y venid! ¡juntaos de todas partes al sacrificio mío que preparo para vosotras, sacrificio grande sobre las serranías de Israel; para que comáis carne y bebáis sangre!
¡Reunid al pueblo! ¡proclamad una convocación obligatoria! ¡congregad a los ancianos! ¡juntad a los muchachos, y hasta los niños de pecho! ¡salga el novio de su recámara, y la novia de su tálamo!
Y habiendo llegado, congregaron la iglesia, y les refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.