La Buena Semilla
Versículos de febrero 2023
Sed hacedores de la palabra (de Dios), y no tan solamente oidores.
(Santiago 1:22)
Retenga tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos, y vivirás.
(Proverbios 4:4)
Cercano estás tú, oh Señor.
(Salmo 119:151)
Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti.
(Salmo 63:1)
¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?
(Lamentaciones 3:37)
Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
(Romanos 8:28)
Os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
(Hebreos 10:36-39)
(Jesús dijo:) No puedo yo hacer nada por mí mismo… porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.
(Juan 5:30)
Yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
(Juan 12:49)
(Jesús dijo:) Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
(Marcos 2:17)
¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado… ? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia.
(Miqueas 7:18)
Si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.
(1 Juan 3:20)
El pecado entró en el mundo por un hombre (Adán), y por el pecado la muerte… todos pecaron.
(Romanos 5:12)
Todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.
(Hechos 10:43)
En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de… la hipocresía.
(Lucas 12:1)
Orad sin cesar.
(1 Tesalonicenses 5:17)
Orando en todo tiempo con toda oración y súplica.
(Efesios 6:18)
Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
(Marcos 11:22)
Si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte… y nada os será imposible.
(Mateo 17:20)
Pero tú eres el que me sacó del vientre; el que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
(Salmo 22:9)
Los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían… Confió en Dios.
(Mateo 27:41-43)
El justo en su muerte tiene esperanza.
(Proverbios 14:32)
El mismo Jesucristo Señor nuestro… nos amó y nos dio consolación eterna.
(2 Tesalonicenses 2:16)
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
(Hebreos 4:16)
La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu… y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
(Hebreos 4:12)
Tu dicho me ha vivificado.
(Salmo 119:50)
Buscad al Señor mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
(Isaías 55:6)
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.
(Santiago 4:8)
Torre fuerte es el nombre del Señor; a él correrá el justo, y será levantado.
(Proverbios 18:10)
Todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
(Romanos 10:13)
Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
(Romanos 10:9)
Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
(1 Juan 4:15)
En cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
(Hebreos 2:18)
Jesús… anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo.
(Hechos 10:38)
Por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
(Juan 8:2)
¿Qué debo hacer para ser salvo?
(Hechos 16:30)
Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.
(Efesios 2:8)
(Jesús), tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea… le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. Él, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos… y vio de lejos y claramente a todos.
(Marcos 8:23-25)
A ti, oh Señor, levantaré mi alma. Dios mío, en ti confío.
(Salmo 25:1-2)
Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día.
(Salmo 25:5)
El sembrador es el que siembra la palabra.
(Marcos 4:14)
La semilla es la palabra de Dios.
(Lucas 8:11)
Yo planté… pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento… Porque nosotros somos colaboradores de Dios.
(1 Corintios 3:6-9)
Ciertamente como una sombra es el hombre; ciertamente en vano se afana.
(Salmo 39:6)
(Jesús dijo:) Yo he venido para que (mis ovejas) tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
(Juan 10:10)
Dos cosas te he demandado… Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; no me des pobreza ni riquezas; manténme del pan necesario. No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es el Señor? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios.
(Proverbios 30:7-9)
Ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí.
(Romanos 15:3)
El testigo verdadero libra las almas; mas el engañoso hablará mentiras.
(Proverbios 14:25)
Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
(Romanos 8:31-32)
(Jesús dijo:) Amad a vuestros enemigos… y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos.
(Mateo 5:44-45)
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
(Romanos 5:5)