La Buena Semilla
Versículos de abril 2026
Pilato… llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
(Juan 18:33-35)
Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma.
(Isaías 55:3)
Oye, pueblo mío, y hablaré.
(Salmo 50:7)
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.
(Salmo 46:10)
Como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
(Isaías 53:7)
Sabiendo que fuisteis rescatados… con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.
(1 Pedro 1:18-19)
Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
(Juan 7:37-38)
Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
(Apocalipsis 22:17)
(Jesús dijo:) Yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
(Juan 10:17-18)
(El apóstol Pablo en prisión declaró:) He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación… En todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
(Filipenses 4:11-12)
Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
(Romanos 10:9)
(Jesús) Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.
(Juan 21:16)
Vestíos, pues… de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
(Colosenses 3:12-13)
(Uno de los malhechores dijo a Jesús:) Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
(Lucas 23:42)
Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.
(Hebreos 3:7-8)
(La sabiduría dijo:) Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan.
(Proverbios 8:17)
(Jesús dijo:) Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
(Mateo 7:7)
El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén, tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
(Juan 12:12-13)
Desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
(Mateo 27:45-46)
Mas yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó al Señor; líbrele él; sálvele, puesto que en él se complacía.
(Salmo 22:6-8)
Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos… También su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura.
(Juan 19:23-24)
Todos mis huesos se descoyuntaron… mi lengua se pegó a mi paladar, y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; entre tanto, ellos me miran y me observan.
(Salmo 22:14-17)
(Jesús dijo a María Magdalena:) Ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
(Juan 20:17)
No se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré.
(Hebreos 2:11-12)
Renacidos… por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
(1 Pedro 1:23)
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu… y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
(Hebreos 4:12)
Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.
(Lucas 24:7)
(Jesús dijo:) Si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.
(Juan 12:32)
El Señor es mi pastor… Confortará mi alma.
(Salmo 23:1-3)
El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
(Isaías 40:29)
El Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado.
(Isaías 50:4)
Señor… Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he elevado mi alma.
(Salmo 143:7-8)
Pedro y Juan respondieron… No podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.
(Hechos 4:19-20)
Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre.
(Juan 7:46)
No os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas; mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
(Lucas 12:29-31)
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.
(Salmo 139:14)
Dios ordenó el cuerpo.
(1 Corintios 12:24)
Tomó el pan y dio gracias, (Jesús) y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí, de igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.
(Lucas 22:19-20)
Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.
(Salmo 39:6)
No os hagáis tesoros en la tierra… donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo
(Mateo 6:19-20)
Teniendo sustento y abrigo, estemos contentos.
(1 Timoteo 6:8)
Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
(Hebreos 13:5)
No me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.
(Romanos 1:16)
Me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
(1 Corintios 2:2)
Crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén.
(Hechos 6:7)
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
(Romanos 10:17)
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