En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.
Este versículo nos presenta la bella imagen de un rebaño de ovejas confiando plenamente en los cuidados amorosos de su Pastor. En el Cantar de los Cantares, la esposa le pregunta al esposo: “Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma, dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía” (Cnt. 1:7). El Pastor las conduce a delicados pastos y las lleva junto a aguas de reposo. Las ovejas tienen una tendencia natural a buscar pastos y pueden terminar en entornos peligrosos o comiendo algo dañino. ¡Cuán necesarios son los cuidados del Pastor para evitar que busquen alimento y refugio en lugares equivocados! Desafortunadamente, esto es lo que sucede muy a menudo entre los creyentes. El Pastor quiere llevarnos a consumir buen alimento espiritual y a descansar con él junto a aguas de reposo.
El Pastor quiere que seamos ovejas sanas y fuertes, por lo que quiere que nos nutramos de la Palabra de Dios, iluminados por la gracia del Espíritu Santo. Cada creyente debe tomarse un tiempo cada día para meditar tranquilamente en la Palabra de Dios y para orar. Esto permite que el hijo de Dios sea alimentado directamente por el Pastor.
El rey David fue pastor en su juventud. La Biblia nos dice que era un pastor excepcional que apacentaba sus ovejas “conforme a la integridad de su corazón” y que las pastoreaba con la “pericia de sus manos” (Sal. 78:72). Esto es exactamente lo que leemos en este salmo: un Pastor que nos alimenta y nos conduce. Las ovejas solo descansan cuando han sido alimentadas: una preciosa imagen de la verdadera satisfacción y el descanso que el mundo desconoce.
Brian Reynolds
M. Cosidó