El Señor Está Cerca

Miércoles
8
Octubre

También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos… sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno.

(2 Timoteo 3:1-3)

No te equivoques de enemigo

Este versículo nos advierte acerca de los calumniadores que surgen en tiempos tumultuosos en el mundo. De hecho, en los postreros tiempos, proliferan las falsedades. Hay falsos maestros que promueven herejías destructivas e incluso niegan al Señor (2 P. 2:1). Estas voces estridentes se denominan a sí mismos cristianos, pero rechazan las verdades fundamentales del cristianismo y promueven la maldad, tal como lo hicieron los falsos profetas del Antiguo Testamento, y fomentan el libertinaje. Lamentablemente, muchos de estos falsos profetas han inundado el mundo (1 Jn. 4:1). Por otro lado, hay ataques que provienen de falsos hermanos (Gá. 2:4), quienes intentan regular el comportamiento cristiano a través de tradiciones y regulaciones humanas, y no toleran la libertad cristiana.

En este ambiente de cruenta oposición, los calumniadores encuentran un terreno fértil. La palabra traducida al español como calumniador es diabolos en el griego, la misma utilizada para referirse al diablo. Satanás se dedica a acusar constantemente a los creyentes delante de Dios (Ap. 12:10), y muchos incrédulos adoptan la misma actitud hacia los cristianos, acusándolos de odio y egoísmo a pesar de las evidencias que demuestran lo contrario.

Con este contexto, resulta sorprendente que se le advierta a los creyentes a no ser calumniadores, especialmente a las mujeres cristianas (véase 1 Ti. 3:11; Tit. 2:3). Ciertamente, cualquiera puede caer en esta trampa. Podemos calumniar a otros creyentes atribuyéndoles malas intenciones o sentimientos egocéntricos. Podemos hablar mal de aquellos que siguen o sirven al Señor de manera diferente. La verdad es siempre relevante, pero en tiempos turbulentos es esencial saber quién es realmente el enemigo. Como todos los seguidores del Señor son nuestros hermanos, debemos evitar actuar como el enemigo y convertirnos en falsos acusadores.

Stephen Campbell

arrow_upward Arriba