El Señor Está Cerca

Lunes
6
Octubre

La mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor. Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía.

(Hechos 11:21-22)

Ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo… Después, pasados tres años, subí a Jerusalén… Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito.

(Gálatas 1:17-18; 2:1)

Jerusalén: una iglesia solidaria, no controladora

El Señor Jesús fundó su Iglesia en Jerusalén en el día de Pentecostés. Los apóstoles se quedaron allí durante varios años, dando testimonio de la resurrección del Señor, predicando, enseñando y guiando a los recién convertidos.

Cuando muchos creyentes se dispersaron debido a la persecución, ellos comenzaron a predicar la Palabra y al Señor Jesús, inicialmente a los judíos y luego a los gentiles. Las noticias de estas actividades llegaron a oídos de la iglesia de Jerusalén, demostrando así la necesidad de una iglesia atenta a lo que el Señor está haciendo en otros lugares. Como respuesta, enviaron a Antioquía a Bernabé, un hermano estimado entre ellos, donde se convirtió en un gran apoyo y motivación para los creyentes allí.

Mientras todo esto sucedía, Saulo, conocido por ser uno de los líderes de la persecución, se convirtió y comenzó a predicar inmediatamente a Cristo en las sinagogas de Damasco. Se convirtió en el apóstol Pablo, un instrumento y un siervo escogido del Señor. En una carta que escribió más tarde a los gálatas, Pablo indicó que no fue a Jerusalén para recibir órdenes o una misión de parte de los apóstoles o la iglesia local. Esta práctica, que hoy es común entre la mayoría de las denominaciones cristianas, era algo completamente innecesario.

Sin embargo, Pablo fue a Jerusalén varias veces, trabajando en armonía y buen entendimiento con los apóstoles que allí estaban. La iglesia en Jerusalén no buscaba controlar a los siervos de Dios, sino que se interesaban en la obra de Dios en otros lugares y en preservar una enseñanza sólida y bien fundamentada.

Eugene P. Vedder, Jr.

arrow_upward Arriba