Sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo.
¿Es usted cristiano? Quizás le parece una pregunta sencilla. Sin embargo, respondámosla con sinceridad. En primer lugar, ¿qué significa ser cristiano? Mi definición de cristiano es alguien que realmente conoce a Cristo; no alguien que simplemente sabe acerca de él, sino alguien que verdaderamente lo conoce como su Salvador personal.
Un cristiano es alguien que tiene una relación personal con Jesucristo, quien fue una vez rechazado y sacrificado, pero que ha resucitado y ahora está glorificado a la diestra de Dios en los cielos. Esta relación implica estar conectado y unido a aquel Salvador resucitado allí donde él está. Un cristiano es alguien que ha nacido de nuevo, cuyos pecados han sido perdonados y borrados, y que ha recibido el Espíritu Santo. Ante la pregunta inicial, si solo puedes responder: «Espero que todo esto se aplique a mí», entonces no eres un cristiano en el sentido más estricto de la palabra. De hecho, francamente, aún no has comprendido la verdadera esencia del cristianismo
Un cristiano es aquel que está irrevocablemente unido al Salvador resucitado y victorioso. Está ligado a Aquel que murió en su lugar, cargó sus pecados, los quitó por completo y cumplió las santas demandas de la justicia de Dios con respecto a esos pecados. Ese Salvador ha resucitado sin un solo pecado y ha ido a la presencia de Dios para preparar lugar para todos los que son suyos.
La bendición del cristiano es esta: tiene la certeza de que sus pecados han sido perdonados, la convicción de su salvación, y el conocimiento de que Dios es su Padre. Además, el Espíritu Santo habita en él y es una persona que vive más allá de la muerte y el juicio, pues espera el regreso del Esposo y la gloria que vendrá.
Entonces, ¿es usted cristiano? ¿Qué le otorga ese inmaculado título de gloria? Nada más y nada menos que la preciosa sangre de Cristo.
W. T. P. Wolston