El Señor Está Cerca

Lunes
22
Septiembre

Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio… y él le hizo mayordomo de su casa… Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José.

(Génesis 39:2, 4-5)

Cuando Cristo gobierna hay bendición

José se transformó en una fuente de bendiciones para la casa de su amo extranjero. “Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo” (v. 5). De igual manera, el cristiano no solo tiene el deber de bendecir a los demás, sino que también está llamado a ser una bendición por donde quiera que vaya.

Al considerar a José como un tipo de Cristo, es importante recordar que Dios fue quien llevó a José a un lugar de supremacía. Por lo tanto, aquellos que se someten a su autoridad son bendecidos. Así, cuando Potifar puso a José en una posición de autoridad en su hogar, inmediatamente su casa fue bendecida. Lo mismo sucedió cuando el carcelero le dio el lugar de mayor autoridad a José en la cárcel. De igual manera, el día en que Cristo tome dominio sobre todo el universo, todos se someterán a él y recibirán bendición. El mundo estará obligado a someterse a la autoridad de Cristo en el día de su poder durante el milenio. Sin embargo, la fe se complace en anticipar ese día y someterse a él durante el día de su rechazo.

En la medida en que nos sometamos a la supremacía de Cristo, incluyendo nuestras vidas, lo que poseemos y todo lo que somos, también seremos bendecidos, al igual que el mundo entero será bendecido cuando se someta a su dominio universal. La autoridad de Cristo exige la sumisión del hombre, y la sumisión del hombre trae bendición-aunque en el día de su rechazo, esa bendición sea más espiritual que material.

Hamilton Smith

I. Watts

arrow_upward Arriba