El Señor Está Cerca

Sábado
23
Agosto

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre.

(1 Corintios 15:58)

La obra del Señor

Este es un hermoso lema para todo obrero cristiano, ¡y todo cristiano es un obrero del Señor! Este lema nos presenta un equilibrio precioso para el corazón y proporciona una estabilidad inconmovible unida a una actividad incesante.

Algunos de nosotros somos tan estrictos con nuestros principios que nos da miedo involucrarnos en actividades cristianas importantes. Por otro lado, algunos de nosotros estamos tan dedicados a lo que llamamos servicio que no tememos transgredir los sanos principios con el objetivo de obtener resultados significativos.

Este lema nos ofrece un remedio divino para ambos extremos. Nos proporciona una base sólida sobre la cual podemos tener un propósito firme y una determinación constante, como se expresa en la primera parte de nuestro versículo. Además, comienza con la expresión así que, que redirige al alma a la base sólida de la resurrección descrita en los versículos anteriores de este capítulo. Sobre esta base firme, se nos insta a ser firmes y constantes. No se trata de un apego a nuestras propias ideas, sino de una comprensión firme de toda la verdad de Dios con Cristo resucitado como centro.

Sin embargo, debemos recordar el resto del lema. El cristiano debe crecer “en la obra del Señor siempre”. No debemos abandonar los sanos principios, pero nuestro trabajo para el Señor debe hacerse con diligencia. Es importante subrayar que se trata de la obra del Señor, y no la nuestra. Debemos ser conscientes de las actividades en las que participamos y, en esta era de voluntarismo y liberalismo, es esencial tener la autoridad de Cristo en nuestro servicio a él. La esfera del servicio es lo suficientemente amplia; solo está limitada por estas poderosas palabras que nos recuerdan que “la obra del Señor” le pertenece a él.

C. H. Mackintosh

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