El Señor Está Cerca

Lunes
30
Junio

Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia.

(Job 28:28)

El temor del Señor

El Libro de Job nos presenta a un hombre intachable, recto, temeroso de Dios y que huía del mal. Tales eran las características en la vida de Job, pero la base de su comportamiento era su temor a Dios, que es el principio de la sabiduría (Pr. 1:7).

Quedamos maravillados cuando meditamos en la vida de Job. Si calculamos el valor de su hacienda a día de hoy, esta tendría un valor actual de aproximadamente cinco millones de dólares, ¡y lo perdió todo en tan solo un día! Además, ese mismo día también perdió a sus diez hijos. Las personas que han perdido a un hijo no pueden describir con palabras el gran dolor que esto les ha causado, incluso durante muchos años. ¡Y Job perdió a sus diez hijos en tal solo un día! Al considerar todo esto, no debemos juzgar con dureza a la esposa de Job por su amargura, ya que ella también lo perdió todo.

En medio de su calamidad, Job temió a Dios. Se postró en tierra, adoró y declaró que Dios había dado y Dios había quitado, bendiciendo el nombre de Dios. Luego, cuando se llenó de llagas, Job le respondió correctamente a su esposa, diciendo: “¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?”. Es importante señalar que no la llamó fatua, sino que hablaba como si lo fuera (Job 2:9-10).

Más adelante, Job afirmó: “Yo sé que mi Redentor vive… y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro” (Job 19:25-27). El temor de Dios llevó a Job a confiar en él, sin importar sus circunstancias. Él sabía que Dios tenía el control de todas las cosas, que él era su Redentor y su esperanza. ¡Ciertamente tenía muchas preguntas, quejas y dudas! Sin embargo, él temió a Dios y por eso vivía en separación del mal. ¡Oh, que el temor del Señor también sea una realidad en nuestras vidas!

Albert Blok

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