El Señor Está Cerca

Lunes
16
Junio

Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

(Isaías 40:8)

Aferrarnos a las promesas de la Palabra

Jesús nos advirtió claramente que enfrentaríamos dificultades en esta vida. Sin embargo, Dios ha provisto a sus hijos herramientas asombrosas para evitar que las pruebas nos abrumen. Por ejemplo, ha puesto su Espíritu dentro de cada creyente para guiarlo y darle poder. Además, nos ha dado la oración, a través de la cual no solo podemos comunicarnos y mantenernos conectados con nuestro Padre, sino también presentarle nuestras peticiones. Hoy queremos enfocarnos en otro de sus maravillosos dones: la Biblia. Las Escrituras son la Palabra del Dios Todopoderoso. Son la verdad. Nunca cambian. Nos capacitan para enfrentar todas las circunstancias, brindándonos un fundamento sólido en el cual basar nuestra vida y nuestras decisiones.

La Biblia contiene innumerables promesas y certezas en las que podemos confiar plenamente. Dios desea que las aprendamos para no perdernos las bendiciones que él quiere otorgarnos. Los creyentes sabios convierten estas promesas en oraciones y las reclamarán desde lo más profundo de sus corazones.

El Salmo 32:8 nos brinda un ejemplo claro sobre cómo enfrentar decisiones difíciles. Allí se nos dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos”. Podemos orar estas palabras, expresando nuestra confianza en que él nos enseñará y mostrará el camino de su voluntad, permaneciendo a nuestro lado en cada situación.

Cuando nos enfrentamos a dificultades, es crucial tener una base sólida en la cual apoyarnos. De lo contrario, nuestras emociones podrían fácilmente desviarnos hacia el camino equivocado. Afortunadamente, Dios es fiel e inmutable, y podemos confiar plenamente en sus promesas, lo cual nos permitirá descansar con confianza y nos capacitará para actuar con valentía.

Tim Hadley, Sr.

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