El Señor Está Cerca

Jueves
12
Junio

Andrés… le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente… y se recostaron como en número de cinco mil varones. Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.

(Juan 6:8-11)

El almuerzo de un muchacho en las manos de Jesús

Después de la muerte de Juan el Bautista, Jesús llevó a sus discípulos a un lugar desierto. Sin embargo, se encontraron con una multitud de alrededor de 5. 000 hombres, sin contar a todas las mujeres y niños, que los habían seguido. Con gran compasión, Jesús les enseñó y sanó a los enfermos. Más tarde, los discípulos le pidieron que despidiera a la multitud, pero él se negó y les dijo que alimentaran a la multitud, pero a ellos les pareció una tarea imposible.

Andrés se acercó al Señor con un muchacho a su lado y le dijo: “Aquí está un muchacho”. Resulta que el muchacho había logrado abrirse paso entre la multitud para acercarse y escuchar la orden del Señor. Sin dudarlo, el muchacho le ofreció al Señor toda su comida: cinco panes de cebada y dos pececillos. Con escepticismo, Andrés preguntó: “Mas ¿qué es esto para tantos?”

El Señor hizo que la gente se recostara ordenadamente, luego tomó los alimentos del muchacho, sin duda dándole las gracias, y partió el pan dando gracias por la comida. Entonces repartió el alimento entre sus discípulos y les pidió que lo distribuyeran entre los que estaban recostados. Jesús estaba agradecido y dio gracias públicamente a Dios por la ofrenda de aquel muchacho. Otros podrían haberse burlado del muchacho, pero nuestro Señor no lo hizo. La comida que el muchacho le había dado fue suficiente para alimentar a toda la multitud. Además, no permitió que se desperdiciaran nada, pues mandó recoger los que sobró. El muchacho dio con fe y sencillez, y Jesús lo recibió con gratitud a Dios. Una gran multitud de más de 5. 000 almas recibió una comida abundante. Dios había sido glorificado.

Eugene P. Vedder, Jr.

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