El Señor Está Cerca

Día del Señor
8
Junio

Y dando cuenta Hilcías, dijo al escriba Safán: Yo he hallado el libro de la ley en la casa de Jehová… Declaró el escriba Safán al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me dio un libro. Y leyó Safán en él delante del rey.

(2 Crónicas 34:15, 18)

Josías

El rey Josías había comenzado un proyecto para purificar el templo y reparar los daños causados por la negligencia o la guerra. Es sorprendente e instructivo ver cuánto daño puede sufrir la casa de Dios cuando su pueblo cae en la idolatría. Esto también tiene una lección en la historia de la Iglesia.

Mientras limpiaban los escombros en el templo, el sacerdote Hilcías y sus trabajadores encontraron el Libro de la Ley. Este hecho nos demuestra cuál era el estado espiritual de Israel, ya que la Palabra de Dios había sido tan descuidada que solo quedaba una copia. Sin embargo, Dios, en su providencia, se encargó de preservar su Palabra, algo por lo que podemos estar agradecidos hoy en día.

Cuando el escriba Safán llevó el Libro de la Ley al rey, él se refirió a él simplemente como un libro. Esto puede sugerirnos que ni siquiera estaba seguro de lo que era, ¡y él era escriba! Josías se humilló profundamente cuando encontró este último ejemplar de la Palabra de Dios. Demostró su sensibilidad hacia ella y sintió cuán profundamente el pueblo había transgredido la Ley de Dios. De hecho, cada rey de Israel debía escribir una copia de la Ley para leerla todos los días de su vida (véase Dt. 17:18-19), pero obviamente este mandato había quedado en el olvido. Cada verdadero avivamiento en la historia de la Iglesia ha comenzado a través de un renovado interés en la Palabra de Dios. En nuestra época actual, hemos sido bendecidos con múltiples traducciones y ediciones de la Biblia, más de las que han estado disponibles en cualquier otro momento de la historia; ahora bien, a quien mucho se le da, mucho se le exige.

Brian Reynolds

G. M. Lear

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