No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
En este maravilloso pasaje, el Señor nos señala cinco cosas que nos brindan seguridad acerca de su tierno y amoroso cuidado.
1. No temas: En ocasiones, en nuestras vidas nos encontramos con situaciones, problemas o pruebas que nos hacen sentir solos y temerosos. Sin embargo, el Señor reconoce nuestra debilidad y miedo naturales, y nos asegura: “Yo estoy contigo”. Esta maravillosa promesa nos llena de paz y seguridad, ya que él siempre camina a nuestro lado. Aunque es normal tener temores y dudas cuando estamos solos, la presencia del Señor disminuye nuestro temor. Con él cerca nuestro, ¡el miedo desaparece por completo!
2. No desmayes: El miedo puede generar un sentimiento de incapacidad que nos hace tropezar o detenernos. Nos sentimos débiles, impotentes e incapaces. Sin embargo, el Señor nos asegura que no debemos sentirnos así, porque él es nuestro Dios. Debemos recordar y reconocer que Dios está de nuestro lado.
3. Yo te esfuerzo: Así como necesitamos alimento para fortalecer nuestro cuerpo físico y recuperar fuerzas, también necesitamos alimentar nuestro espíritu para fortalecernos espiritualmente.
4. Te ayudaré: En momentos en los que nos sentimos incapaces de llevar a cabo nuestras tareas trabajando solos, el Señor nos asegura: “Yo te ayudaré”. Si contamos con su ayuda, no hay nada que no podamos hacer.
5. Siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia: Cuando nos encontramos en momentos en los que sentimos que no podemos seguir adelante, descubrimos que es el Señor quien nos sostiene. Él nos brinda fuerzas, nos ayuda y, finalmente, nos sostiene con su diestra.
Cada una de estas expresiones representa un pensamiento completo y maravilloso, demostrando la compasión bondadosa y el cuidado de Dios por nosotros, expresados de manera concisa y poderosa.
Brian Prigge
