El Señor Está Cerca

Sábado
12
Abril

No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.

(Mateo 5:17)

Jesús vino a cumplir la Ley

La venida del Señor Jesús a este mundo fue el acontecimiento más asombroso e incomparable en la historia de este mundo. La creación en sí misma fue algo asombroso, así como muchos milagros realizados en el Antiguo Testamento. Sin embargo, el hecho de que el Creador mismo descendiera para nacer en Belén es una maravilla que despierta un profundo asombro en cualquier persona honesta que lo escuche. Aunque algunos puedan descartar esta afirmación, una investigación honesta sin duda los persuadiría de su veracidad.

Jesús vino desde la más alta gloria para nacer en circunstancias humildes con el propósito de cumplir lo escrito en la Ley y los profetas. En Isaías 53:5-6 se nos dice: “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”. Esta profecía se cumplió maravillosamente a través del gran sacrificio del Calvario.

Ahora bien, ¿qué significa que Jesús cumplió la Ley? No se trató simplemente de que haya cumplido los requisitos de la Ley, ya que esta exigía la pena de muerte para aquellos que la desobedecían. En lugar de imponer esa pena a los culpables, Jesús decidió cumplir los requisitos de la Ley en su nombre. Aceptó la terrible pena de muerte en lugar de nosotros y llevó sobre sí mismo el juicio que nosotros merecíamos. De esta manera, Jesús no anuló la Ley, sino que la hizo honorable al cumplir todas sus demandas y exigencias. Esto permitió que los creyentes ya no estemos bajo la Ley, sino bajo la gracia. Como se nos dice en 2 Corintios 5:21: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Co. 5:21).

L. M. Grant

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