¿Qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
Diversos pasajes de la Biblia nos dicen que Dios nos ha dado la vida y que todas las cosas existen y subsisten en Cristo. Por lo tanto, estamos en deuda y somos responsables ante él por lo que nos ha sido dado. Como consecuencia, es apropiado hacernos la siguiente pregunta: “¿Qué es vuestra vida?”.
La Escritura nos enseña en varias ocasiones que la vida es efímera, como un vapor que está presente ahora pero que pronto desaparecerá (Stg. 4:14; véase Sal. 90:3-12). Al reconocer esto, debemos utilizar lo que se nos ha dado para prepararnos para lo eterno. Sin embargo, uno de nuestros desafíos es que nos aferramos fácilmente a lo terrenal debido a que lo podemos tocar. Necesitamos recordarnos a nosotros mismos que debemos vivir por fe y no por vista. Las cosas terrenales pronto quedarán en el pasado y, en realidad, no son tan importantes en el panorama general. ¡Oh, que esto se convierta en una realidad significativa para todos nosotros!
Sin embargo, debemos darle la debida importancia a los pocos años que vivimos en esta tierra, ya que a través de ellos Dios nos brinda la oportunidad y el privilegio de servirlo, mostrándole nuestro amor al hacer su voluntad, aquello que lo agrada. Lamentablemente, también existe la posibilidad de malgastar nuestra vida haciendo lo que es agradable a nuestros propios ojos.
Nuestras vidas en esta tierra son significativas porque nos ofrecen la oportunidad de prepararnos para lo que vendrá después. Será una eternidad con Dios, llena de gozo y bendición, o será una eternidad sin Dios, separados de él, una existencia de sufrimiento y condenación. Ahora bien, cuán bueno es que los creyentes sigan el ejemplo de Pablo, quien dijo: “Procuramos también… serle agradables”. Entonces, “¿qué es vuestra vida?” ¿Cómo la vivirá usted? ¿Para sí mismo o para Aquel que murió y resucitó por usted? (véase 2 Co. 5:9, 15).
Albert Blok
C. T. Studd
