Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.
Normalmente no resaltamos la inteligencia de las ovejas en nuestros comentarios, de hecho, a menudo las consideramos poco inteligentes. Sin embargo, los pasajes bíblicos que las presentan figurativamente no siempre son despectivos.
Al ser incapaces de defenderse, las ovejas dependen por completo de los cuidados del pastor, lo cual ilustra la condición vulnerable y frágil del pueblo de Dios en el mundo, dependiendo solo de recursos que se encuentran fuera de ellos.
A pesar de ser incapaces de defenderse, las ovejas tienen una cualidad positiva: hacen oídos sordos a las voces desconocidas. Esta cualidad, al mismo tiempo, constituye una forma de defensa. Las ovejas oyen la voz del pastor, pero ignoran la voz de un extraño, lo cual las protege de los ladrones y salteadores.
Tenga cuidado con la astucia del enemigo: cuando se le presente algún pensamiento o idea, ya sea interno o externo, rechácelo si no coincide con la voz del Buen Pastor.
– Eva escuchó la voz del extraño y conocemos cuáles fueron las consecuencias.
– Satanás indujo a Ananías y Safira a mentir al Espíritu Santo, lo cual los llevó a una muerte repentina. Si hubieran rechazado escuchar, el resultado habría sido diferente.
– La voz del tentador susurró a los oídos de José en la casa de Potifar, pero él resistió al diablo, diciendo: “¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?” (Gn. 39:9). José era una oveja sorda a la voz de los extraños.
Tener la capacidad de ser sordos es algo muy valioso. Por ejemplo, si alguien se le acerca y comienza a hablarle las supuestas malas acciones de algún hermano, simplemente ignórelo.
William S. Ibrahim
