Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas. Se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
(Isaías 40:31 NBLA)
“Si en el día de la aflicción te desanimas, muy limitada es tu fortaleza” (Pr. 24:10 NVI). El enemigo siempre intenta desanimarnos porque sabe que así perderemos nuestra fuerza. Nos desanimamos cuando nos centramos en nosotros mismos, en los demás o en los problemas, esperando que las cosas mejoren, pero al final, nada cambia a pesar de nuestros esfuerzos y nuestra paciencia. Nos desanimamos porque no estamos mirando en la dirección correcta y nos quedamos sin fuerzas para seguir adelante con determinación.
Sin embargo, hay un gran secreto no solo para animarnos en tiempos difíciles, sino también para renovar nuestras fuerzas y seguir adelante con paz y gozo en el Señor. Ese secreto es confiar en el Señor. «¡Oh, ya lo sé! He esperado, pero nada ha cambiado». No, no me refiero a esa espera, me refiero a otra. Aquella que nos hace dirigir nuestra mirada hacia él y entender que él es verdaderamente Dios, todopoderoso y sabio, y que conoce cada detalle de nuestras dificultades y problemas. Es la espera que nos hace reconocer que él tiene el control perfecto y que cada detalle está en sus manos amorosas, actuando tanto en nuestra vida como en la de los demás.
Josafat es un ejemplo para nosotros en este aspecto. Cuando Moab se levantó en su contra, él elevó una hermosa oración: “En nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos”. Y Dios respondió inmediatamente: “No temáis” (2 Cr. 20:12, 15).
¿Está usted desanimado? Presente sus peticiones a Dios… “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Fil. 4:6-7). En lugar de esperar que sus circunstancias cambien, enfóquese en Aquel que obra todas las cosas para bien de los que lo aman (Ro. 8:28). Él lo elevará “con alas como águilas” por sobre las dificultades y renovará sus fuerzas para que pueda disfrutar de su paz.
Alexandre Leclerc