El Señor Está Cerca

Cuando David elaboró su lista de valientes en 2 Samuel 23, él excluyo a Joab debido a su afán por destacar, así como por su violencia premeditada y conspirativa.

Los nobles de los tecoítas quedaron registrados en Nehemías 3, pero para su propia vergüenza, ya que serán recordados por no haber prestado ayuda a la obra de su Señor.

Ahora bien, al considerar la lista de colaboradores de Pablo en Romanos 16, podemos apreciar algo más. Aparte de saludar a sus amigos, Pablo resalta las labores de algunos de ellos, haciendo distinciones sutiles que son hermosas de contemplar. Menciona a tres hermanas cristianas: Trifena, Trifosa y Pérsida. Las dos primeras trabajaban en el Señor, pero de la tercera leemos que trabajaba mucho en el Señor. El Espíritu de Dios no quiso que Pablo pasara por alto esta distinción, el mucho. Es maravilloso que Dios vea y registre todo lo que se hace por Cristo. Sin embargo, él no juzga como lo haríamos nosotros, ni siquiera nuestras propias obras (véase 1 Co. 4:3, 4). De hecho, es posible que algunas cosas que considerábamos meritorias a nuestros ojos, él nos muestre que estaban marcadas por el pecado, mientras que esas pequeñas obras que olvidamos, probablemente nos dirá que fueron hechas por amor su Nombre.

No hay duda sobre la verdadera espiritualidad en la vida de estas tres mujeres, a diferencia de Joab o los nobles de Tecoa. Sin embargo, el Espíritu Santo hace una sutil distinción en las tareas de estas mujeres mencionadas en Romanos 16. Cuando estemos ante el tribunal de Cristo, estaremos en nuestros cuerpos glorificados, pues habremos sido hechos semejantes a él (véase 1 Jn. 3:2), y Cristo no juzgará su propia obra. Sin embargo, nuestras obras, tal como fueron hechas, serán expuestas a la luz de su visión omnisciente. Todo lo que haya sido hecho por medio de su Espíritu será recompensado, mientras que el resto será consumido y olvidado (véase 1 Co. 3:9-15).

Brian Reynolds