El Señor Está Cerca

Sábado
30
Noviembre

En Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación… Es mi refugio, no resbalaré mucho.

(Salmo 62:1-2)

Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria.

(Salmo 63:1-2)

Superar el temor

Todos enfrentamos momentos de temor en la vida. No sirve de nada que tratemos de negarlos u ocultarlos. Cuando sienta que el temor comienza a surgir en usted, hágase las siguientes preguntas: ¿De dónde proviene? ¿Me ha fallado Dios en el pasado? ¿Acaso no me ha prometido suplir todas mis necesidades? ¿Cumple él sus promesas?

Si leemos la Biblia, encontraremos muchas historias acerca de la fidelidad de Dios y que demuestran que él es fiel. Por ejemplo, el apóstol Pablo atravesó dificultades, persecuciones y todo tipo de circunstancias terribles, pero pudo afirmar audazmente que Dios utiliza todo para el bien de sus hijos (Ro. 8:28). Esto nos muestra que, para aquellos que confían en él, Dios convierte cada dificultad, pérdida y separación en algo bueno.

En las Escrituras, encontraremos historias de personas como Abraham, David, Job, Isaías, Jonás, Juan, Pablo y otros, que revelan el constante amor y cuidado de Dios por los suyos. Su Palabra es como una lámpara que nos guía cuando las circunstancias son sombrías. Ofrece la mejor dirección que podemos encontrar. Cuando meditamos en ella, oramos, nos dejamos guiar por ella y la aplicamos a nuestra vida, su luz disipa la oscuridad. Los Salmos, en particular, son útiles para lidiar con el temor.

Debemos recordar que Dios es el Soberano Gobernante del universo y tiene el control de nuestra vida, aunque a veces no actúe según nuestros deseos y disposiciones. Al leer y meditar en la Biblia, las promesas de Dios nos proporcionarán verdadera fortaleza, lo que nos permitirá confiar en que él tiene el control de todas las circunstancias de la vida.

Tim Hadley, Sr.

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