El Señor Está Cerca

Lunes
23
Septiembre

Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo… Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

(1 Corintios 3:11, 14-15)

Probado por el fuego

Cuando leemos este pasaje, hasta el versículo 17, es claro que Dios está hablando del trabajo de edificación que realizamos en nuestras vidas como cristianos. Solo después de convertirnos en verdaderos seguidores de Cristo, nuestras vidas pueden contribuir en esta obra de edificación en el “edificio de Dios”, que es la Iglesia. El fundamento sobre el que se construye es Jesucristo. Para construir de manera adecuada, es crucial usar materiales que puedan resistir la prueba del fuego de la santidad de Dios. El oro a menudo se usa como símbolo de la justicia divina, mientras que la plata representa la redención. Las piedras preciosas representan a personas bien cimentadas en la verdad de Dios.

Sin embargo, hay materiales que no son adecuados para esta construcción. La madera, aunque se pueda cortar y darle forma, no resistirá el fuego. El heno puede ser bueno para el ganado, pero no para las personas, y también se quema fácilmente. Lo mismo ocurre con la hojarasca, que no tiene ningún valor real y arde rápidamente. Estos materiales pueden ser baratos y aparentar tener mucho volumen, pero no pasarán la crítica prueba de la santidad de Dios.

Es importante notar que, aunque las obras de un cristiano puedan ser consumidas por el fuego en el tribunal de Cristo, el creyente no se perderá, pero sí sufrirá pérdida. Perderá una recompensa que el Señor habría deseado darle si hubiera construido con materiales de calidad. El fuego probará “la calidad” de su obra (v. 13 NBLA), no su tamaño o imponente apariencia. Si sus obras son hechas con materiales aprobados por Dios, pasarán a través del fuego sin daño y el Señor le recompensará. ¿Cómo podemos pensar en trabajar para edificar la Iglesia con cosas estéticas o con razonamientos humanos? ¡Esforcémonos siempre por construir para la gloria de Dios!

Eugene P. Vedder, Jr.

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